Los centros educativos del centro y la periferia de la provincia de Limón iniciaron las clases este lunes con una alta cantidad de padres de familia intentando matricular a sus hijos a última hora.
Un recorrido hecho por La Nación en varias escuelas de la provincia caribeña comprobó esta situación.
Bernardo Campbell, director de la escuela IDA Río Banano, manifestó que todos los años tienen este problema a pesar de que abrieron la matrícula desde setiembre del año pasado.
"Esto nos atrasa en la conformación de grupos y horarios", dijo Campbell.
El funcionario calculó que, al menos el 50% de sus estudiantes, matriculan a partir del primer día de clases. En esta escuela estudian 180 niños.
"Los padres se atienen a que no les podemos negar el espacio y dejan todo para última hora", agregó Campbell.
La misma situación ocurrió en la escuela Beverly, ubicada a unos 30 kilómetros al sur del centro de Limón. Allí varias madres hacían fila para inscribir a sus hijos.
"Hoy hemos matriculado a cerca de 90 estudiantes. Creemos que es un problema cultural en la zona", manifestó Arbella Villegas, directora de la escuela Beverly. A esta escuela asisten 320 estudiantes.
En el centro de Limón, Elky Martínez, directora de la escuela General Tomás Guardia, lamentó esta situación que, a su criterio, altera la formación de listas en los diferentes niveles.
"Todo lo dejamos para lo último, el pago de impuestos, el pago del marchamo y hasta la matrícula de la escuela", afirmó Martínez.
La educadora calculó que esta mañana han atendido 100 alumnos que deseaban matricular.
La escuela General Tomás Guardia es una de las instituciones más importantes de Limón y atiende a 800 niños, aproximadamente.