“Algunos profesores en la clínica decían: ‘Si los alumnos hubieran pagado, esto no estaría ocurriendo’. También en los pasillos, los profesores me gritaban: ‘¡Pague!’. Un día un docente nos dijo: ‘Si ustedes no pagan, el posgrado va a tener que cerrar. Ustedes son los que pierden’”.
Así describe una alumna de una de las especialidades de Odontología, en la Universidad de Costa Rica (UCR), el “acoso y las humillaciones” sufridas por negarse a pagar los $14.000 que le pedían “de manera voluntaria” para costear equipos y mantener instalaciones.
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“Quienes se revelaron contra este pago, como es mi caso, sufrieron acoso, malos tratos, así como repercusiones académicas y personales. Yo, inicialmente, había dicho que sí iba a pagar ese dinero, pero no lo pude conseguir.
”Al no poder cobrarme de una forma legal, entonces se inició un proceso en el que sufrí bullying académico; es decir, con repercusiones académicas, como, por ejemplo, los profesores me dejaban en las materias sin que hubiera motivos, me ponían bajas notas”, explicó.
Además, dijo, se les negaba acceso a materiales y servicios de asistente dental.
A los estudiantes , añadió la joven, se les solicitaba que depositaran el dinero en una cuenta de Fundevi (Fundación de la Universidad de Costa Rica para la Investigación), dependencia que manejaba estos recursos.
“Los que administran este fondo, toman el 80% ya que el 20% es utilizado para los gastos administrativos de la Fundación . Nos dijeron que ese dinero se usaba para la compra de equipo, uso de clínicas, laboratorios, asistente dental, materiales e investigación.
”Sin embargo, todas estas instalaciones, equipos y materiales son propiedad de la UCR. Siendo estudiantes, tenemos el derecho del acceso y uso de ellos, ya que al pagar la matrícula semestralmente, los incluye”, sostuvo la odontóloga. La alumna dijo que ella cumplió con el pago de la matrícula, pero se negó a pagar porque consideró que era un cobro ilegal.