Solo 75 carreras universitarias, de las poco más de 1.150 disponibles en el país tienen el sello de calidad del Sistema Nacional de Acreditación de la Educación Superior (Sinaes) .
Esta cifra representa apenas un 6% de toda la oferta de las 53 universidades privadas y las cuatro públicas. Es, además, una de las razones por las cuales el IV Informe Estado de la Educación concluye que la cultura de la evaluación aún no ha logrado permear entre la comunidad universitaria costarricense.
“El Sinaes no crece en actores y, en términos de programas evaluados, sigue siendo marginal, aun dentro de las 19 instituciones afiliadas”, advierte el escrito.
“Sin incentivos más explícitos para desarrollar procesos permanentes de evaluación, no es de esperar que se imprima mayor velocidad en la acreditación de la oferta académica”, añade el texto.
Ocho de las 19 universidades asociadas al Sinaes no tienen una sola carrera con su respaldo.
Marcela Román, economista e investigadora del Estado de la Educación , dice que la baja afiliación obliga al Sinaes a reflexionar sobre las reglas, pero también sobre los beneficios que ofrece.
“Venimos acreditando pocas carreras por año, y el mercado parece dar pocos incentivos, no porque no sea importante, sino porque no hay suficiente información sobre la diferencia que representa estar o no acreditado”, dijo.
Hasta ahora, los esfuerzos por premiar la acreditación desde el mercado laboral han sido tímidos y con resultados limitados.
Shirley Saborío, directora ejecutiva de la Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones del Sector Empresarial Privado (Uccaep), aseguró que hay interés en el ramo por garantizar la calidad de sus profesionales.
“Conocemos casos específicos de empresas transnacionales y muy grandes, con departamentos de Recursos Humanos especializados, donde el primer filtro es la acreditación. Es un tema importante para la competencia a nivel internacional”, indicó Saborío.
En el sector público, el Servicio Civil ha enfrentado algunos tropiezos para darle un valor significativo a la acreditación en la selección del personal.
Con el fin de posicionar su nombre, el Sinaes implementó, este año, una campaña de difusión masiva e inició un acercamiento con empleadores, aseguró la presidenta del Sistema, Sonia Marta Mora.
Además, se creó un programa para ofrecer acompañamiento técnico y académico para las instituciones interesadas.
Para el próximo año, el Sinaes prevé su primera camada de posgrados y carreras parauniversitarias acreditadas.
Además, en el 2015 se iniciará con la acreditación institucional (no solo de carreras como ahora), otra medida que pretende ampliar la acreditación. La meta es crecer un 20% anual entre 2014 y 2017.
“Todo esto quiere decir que nos estamos preparando para elevar el número de acreditaciones, pero hay que entender que, aunque se tengan los recursos, los procesos de calidad son lentos”, advirtió Mora.
Asimismo, dijo conocer de casos específicos de jóvenes en el extranjero que tuvieron acceso a universidades o puestos de trabajo gracias al sello de calidad del Sinaes.De hecho, este año el Sistema fue aceptado para suscribir un acuerdo multilateral sobre estándares de buena calidad y buenas prácticas establecidas en Europa, conocida como Multra (Mutual Recognition of Accreditation Results).“ Esto estimula y facilita la movilidad de estudiantes y profesores de carreras acreditadas dentro del espacio cubierto por los países firmantes del acuerdo, sienta las bases para procesos más expeditos de reconocimiento de títulos e incentiva la cooperación entre instituciones de Costa Rica y Europa”, expresó Mora.“Uno de los efectos del acuerdo que deseamos potenciar es la creación de mayor número de programas conjuntos, de doble titulación, gestión compartida entre otros; que incremente las experiencias y oportunidades internacionales de los estudiantes costarricenses”, añadió.
Oneroso. Si bien el costo del trámite no es alto (menos de ¢4 millones por carrera), cumplir con el plan de mejora exigido a cada casa de enseñanza, puede demandar inversiones millonarias en campos como infraestructura, tecnología y formación docente.
Henning Jensen, rector de la Universidad de Costa Rica (UCR), aseguró que, justamente, este requerimiento le impide a su institución aspirar a acreditar más de dos o tres carreras por año.
Según Jensen, la UCR tiene una unidad especializada para apoyar este proceso.
También tiene personal de apoyo la Universidad Nacional (UNA), donde se invierten millones al año.
“Presupuestariamente, cada año hacemos una revisión. Tenemos un fondo de apoyo a la docencia para procesos de acreditación que rondan los ¢150 millones al año”, informó Francisco González, vicerrector académico de la UNA.
Las universidades públicas son las que más poseen carreras acreditadas. Además, hay ocho universidades privadas con, al menos, una carrera reconocida.
El proceso de acreditación requiere como mínimo un año y examina numerosos aspectos: desde el plan de estudios y el acceso a tecnología, hasta la formación y permanencia de los docentes.
El Sinaes exige que cada escuela se autoevalúe, pero también que se someta a un examen de dos pares internacionales y uno local. La acreditación se otorga por un periodo de entre dos y 8 años.
Además del Sinaes, las universidades también tienen la opción de acreditarse con agencias o sistemas internacionales.