La Contraloría General de la República encontró deficiencias en los programas e instituciones involucrados en auydar a los jóvenes que no estudian ni trabajan.
Entre los hallazgos señalados, la Contraloría indicó que no se han generado mecanismos efectivos de coordinación y articulación entre las instituciones que atienden a los jóvenes.
Además indicaron que los jóvenes que no estudian ni trabajan se concentran mayoritariamente en 10 cantones ubicados en la periferia del país: Carrillo, Los Chiles, Guatuso, Santa Cruz, La Cruz, Talamanca, Matina, Guácimo, Siquirres y Sarapiquí. Los cálculos realizados revelaron que al menos el 26% del total de su población joven ni estudian ni trabajan.
La Contraloría también señaló que los programas para atender a la población joven en materia de educación y empleo (Avancemos, Adolescentes Madres, Becas Socioeconómicas de las Universidades Públicas y Empléate), concentran la mayoría de sus beneficiarios en la zona central del país. Los cantones de Guácimo, Siquirres y Matina son los que menos beneficiarios presentan, en comparación con la cantidad de jóvenes que habitan en sus cantones.
Otro de los problemas encontrados es que los programas específicos que el Estado ha implementado a lo largo de los últimos 14 años para atender a este tipo de población ("Construyendo Alternativas Juveniles", "Juventud, Empleo y Migración" y "Empléate") se han concentrado en el tema de la capacitación técnica, lo cual resulta insuficiente para alcanzar mejoras efectivas en el nivel de empleo de este tipo de población y los niveles de cobertura de dichos programas han sido limitados. Así lo indica el el estudio.
Según indicaron, el programa Empléate (único vigente) se está desarrollando solamente en 25 de los 81 cantones del país y graduó a 1000 jóvenes en el 2013, de un total de 28.000 que concentra esta población.
El estudio elaborado por el ente contralor analizó las acciones de política pública respecto a esta población, así como la revisión de la normativa que da origen a instituciones especializadas y la implementación de progamas.
De acuerdo con el Censo del 2011, la cantidad de jóvenes que ni estudian ni trabajan en el país corresponde a un 19,3% de la población de entre 12 y 24 años de edad, lo que contabiliza un total de 201.870 jóvenes. Costa Rica vive un proceso de transición demográfica, donde la población dependiente es proporcionalmente mayor a la población en edad productiva, por lo que la inversión para incorporar a los jóvenes que no estudian ni trabajan como fuerza productiva especializada es necesaria y coyunturalmente relevante.
Entre las disposiciones para solventar las debilidades encontradas, se giraron instrucciones a las entidades públicas vinculadas a la temática y se solicitó al Consejo Nacional de Política Pública de la Persona Joven una propuesta de estrategia para atender a los llamados "ninis", que contemplen al menos temáticas de empleo y educación, considerando los cantones en que existe mayor incidencia de jóvenes que ni estudian ni trabajan.