Moisés Fachler, exmagistrado suplente y ahora único imputado por la fuga del borrador de sentencia del caso de la mina Crucitas, en conocimiento de la Sala Primera, habló ayer con
Absolutamente, no.
Le voy a contar. Yo no soy abogado de don Juan Carlos Obando (gerente de Industrias Infinito). Si revisa el expediente penal, yo no estoy como abogado.
”La señora de él, que también trabaja en Crucitas, me llamó a pedido de él, que le dice: ‘contacte a Moisés’, porque teníamos una relación cordial. Me llama para que revise el expediente que estaba en la Sala III (condena por caso de EBI y alcalde de Aserrí). Fui a revisar el expediente, me dijeron que no podía porque no era abogado en la causa. Tienen razón, no soy el abogado. Me fui por primera vez a la cárcel (donde Obando cumple pena). Yo no conocía, fue un
¿Qué habrá sido... setiembre? Él me dice: ‘los papeles los tiene mi esposa, háblele a ella’.
”Yo llamo a la esposa, le digo que si me puede entregar los papeles para estudiarlos. Quiero hacer la referencia de que mientras yo soy magistrado estoy inhibido de actuar, pero cuando no soy magistrado, que es la mayor parte del tiempo, puedo actuar en mi profesión.
No, no, soy civilista. Ahora, el juicio (de Obando) estaba terminado, pero le faltaban trámites para conseguir el fallo firme, que es el documento necesario para recibir una valoración del Instituto de Criminología. Ahí lo aprendí.
Me contacta porque yo soy buena gente, porque soy un carajo que se compromete.
Hace como 15 días.
Aparentemente sí, pero hay que ver los turnos.
Yo llegué primero, pero era la reunión mía con la señora (esposa de Obando). Ella me dio documentos, hablamos un rato, tocaron la puerta y aparece esa gente.
Rubén Hernández (abogado constitucionalista y asesor de Industrias Infinito) y los abogados. Los saludé, les di la mano y me fui, ellos quedaron ahí.
Desde que era niño. Estudiamos en la Escuela República de Argentina, pero no tengo relación con él. El otro abogado es Juan Carlos Hernández, pero no lo conozco.
Lo conozco por el Partido Liberación Nacional, pero de saludo cordial y nada más.
No, porque Ana (Chacón, esposa de Obando) es funcionaria de la empresa. Ellos dijeron que iban a tener reunión, y yo jalé.
De Línea Verde, un grupo de Liberación Nacional que se reúne en Antojitos de San Pedro (Montes de Oca) que llamó a este señor hace como año y medio para que explicara asuntos de la empresa. Yo en ese momento fui, escuché y me pareció valiente porque hizo frente a cuestionamientos duros. Ahí lo conocí.
No, hasta que lo meten a la cárcel y entonces me llama la señora.
Todavía no, pero yo lo facturaré.
Unos $2.000.
No, aquí llama tanta gente, por problemas de familias, administrativos de empresas, patrimoniales...
No, no. Yo no tuve acceso a nada (del caso Crucitas)
No sabía que podía hacerlo, ni tenía interés, era un tanate tan grande... todos hablaban de que era un tanate tan grande, ¿para qué me iba yo a complicar la vida?
No vi la necesidad
No. Primero, la Sala la integran cinco magistrados propietarios y 10 suplentes. De estos a ocho se les venció, solo quedábamos dos. Si recusaban a estos cinco, como andaban diciendo que iban a hacer, no pueden constituir la Sala. Entonces, yo nunca hubiera podido ver ese expediente. Además, doña Anabelle fue clara en decir, delante mío, que el caso Crucitas iban a votarlo los magistrados propietarios.
Ella hubiera esperado a que se arreglara el pie quebrado.
¿Por qué iba a inhibirme?
Es es muy fino como lo está hilando. Está hablando de algo hipotético. Si yo hubiera tenido interés, me hubiera quedado en la Sala.