La falta de presupuesto y de normas claras impide ejercer suficientes controles sobre la calidad educativa de las 52 universidades privadas que operan en el país.
El Conesup, órgano que autoriza el funcionamiento de estas casas de enseñanza superior, reconoció que no cuenta con fondos para garantizar que las instituciones cumplan con las condiciones que prometieron al momento de solicitar el permiso.
La directora ejecutiva del Consejo Nacional de Enseñanza Superior Universitaria Privada (Conesup), Evelyn Chen, aseguró que la atención del gran volumen de solicitudes y autorizaciones consume casi todo el presupuesto de ese organismo.
“Es necesario dotar de más recursos al Conesup, tanto desde un punto vista legal como de recursos económicos y humanos, para que pueda llevar a cabo su función de inspección con mayor rapidez, precisión y constancia”, aseveró Chen.
También advirtió la ausencia de una normativa rigurosa para sancionar a aquellas entidades que incumple n con los estándares de servicio.
Guillermo Vargas, presidente del Sistema Nacional de Acreditación de la Educación Superior (Sinaes), consideró que el país no tiene capacidad para atender a tantas universidades y que, por ello, algunas de ellas se han convertido en “fábricas de títulos y estafas”.
Sin reglas. Para la Unión de Rectores de Universidades Privadas (Unire), el problema es que el Conesup ni siquiera tiene reglas claras sobre calidad académica.
“Si las tuvieran, aquí aplaudiríamos”, aseguró Albán Bonilla, director ejecutivo de Unire.
El tercer informe del Estado de la Educación , advirtió que el Conesup “establece las condiciones mínimas para la operación de las universidades, pero no asegura un marco de excelencia”.
Dicho informe resalta que los mayores problemas detectados por el Consejo en sus inspecciones son la convalidación irregular de asignaturas, irregularidades con títulos de bachillerato y asignaturas faltantes en los currículos.
También son frecuentes las denuncias por la acreditación de docentes, universidades que funcionan sin autorización y costos elevados para trámites.
Representantes de colegios profesionales expresan gran preocupación por la calidad de los egresados universitarios. Alexis Castillo, del Colegio de Médicos, consideró que la acreditación de carreras debería ser obligatoria.
No obstante, solo 15 “u” privadas están acreditadas ante el Sinaes, única agencia en el país con potestad de certificar carreras.