Estudiantes del Colegio Técnico Profesional de Carrizal, en Alajuela, enumeraron los mayores problemas que enfrentaban en el centro educativo y hasta valoraron el trabajo de los profesores.
Sus comentarios fueron escuchados y hubo un compromiso general para mejorar.
Por eso, ahora los sanitarios están en buen estado, en cada baño hay papel higiénico, jabón y un espejo. Además, todos los pasillos tienen techo para que los alumnos y docentes no se mojen.
Entre tanto, los educadores están más pendientes del rendimiento de los colegiales y tienen el cuidado de que los jóvenes comprendan toda la materia.
Los padres de familia también pusieron de su parte: aceptaron colaborar más y estar pendientes de lo que ocurre en el liceo.
Producto de estas mejoras, la promoción subió 8 puntos porcentuales en tan solo dos años, y ahora aprueban 92 de cada 100 colegiales, reveló ayer el director Raúl Cabezas.
Este colegio es uno de los 12 que ganaron el sello de calidad que otorga el Instituto Tecnológico de Costa Rica (TEC), los cuales demuestran a las restantes 634 secundarias del país que sí es posible alcanzar la excelencia.
Dichas instituciones (once públicas y una privada) se encuentran repartidas entre las provincias de San José, Alajuela, Cartago y Limón.
Largo proceso. Sin embargo, lograr esta certificación no es tarea sencilla, porque el proceso para alcanzar el sello puede tardar hasta año y medio.
Primero, cada institución se somete a una autoevaluación y luego, el TEC envía a dos especialistas a realizar un estudio.
Los resultados del diagnóstico sirven de guía para las mejoras, pero eso tampoco garantiza la obtención del sello de calidad.
En cinco años de existencia del programa, 50 liceos lo han intentando, pero 38 fallaron.
Hasta ahora, tienen la acreditación nueve colegios técnicos y dos centros ambientalistas. Mañana, recibirá el galardón el primer colegio privado.
Otro centro perdió el distintivo porque desmejoró en una de las evaluaciones anuales, reveló Miguel Guevara, directora de la Escuela de Educación Técnica del TEC, encargado del proyecto.
Entre tanto, cuatro colegios públicos y tres privados están muy cerca de ganar el distintivo.
Ejemplares. Ligia Bustos subdirectora del CTP de Batán, en Matina de Limón, admitió que hicieron muchos cambios para obtener el sello de calidad.
“Mejoramos la distribución de espacios, las relaciones con los estudiantes y ahora hasta hacemos convivios. La promoción mejoró porque los profesores son conscientes del trabajo que hacen y hay más motivación”, explicó Bustos.
Por su parte, Bernardita Brenes, directora del CTP de Quebradillas de Cartago, dijo que la certificación los obliga a comprometerse más con los alumnos, porque los mismos jóvenes exigen mayor calidad en la enseñanza.
Entre tanto, Dyaláh Calderón, viceministra académica de Educación, considera que este tipo de programas propician una mejoría en la educación.