San José (Redacción). Estudiantes, ganaderos, agricultores, transportistas y vecinos en general de 10 comunidades se encuentran muy afectados por el pésimo estado del puente sobre el río Toro Amarillo.
Este puente, que tiene 60 años de construido, une el distrito de Pital de San Carlos con la comunidad de La Tabla, de Río Cuarto de Grecia.
Las comunidades afectadas son La Tabla, Santa Rita, El Pinar, La Victoria, Santa Isabel y Los Lagos, en Río Cuarto de Grecia; y El Rubí, San Rafael y Pangola de Sarapiquí de Heredia.
El puente, que ya cumplió su vida útil, es de hamaca y en los últimos años solo ha recibido el mantenimiento que le dan los vecinos, con el aporte económico de algunas empresas de la zona.
Con el paso del tiempo, los tablones del piso se han ido pudriendo y actualmente tiene varios huecos que representan un peligro para los usuarios.
Quizás el problema más grave, según denuncian los afectados, es que la estructura de metal está ya carcomida y muy deteriorada, por lo que temen que el puente ceda ante el paso de un vehículo pesado y se produzca una tragedia.
Tal es el peligro que las autoridades recientemente colocaron un regulador de altura en las entradas del puente, que solo permite el paso de vehículos livianos.
Pese a ello, algunos vehículos de carga logran pasar, al igual que uno de los cuatro autobuses que prestan servicio a las comunidades.
Gerardo Villalobos, productor de la zona, indicó que ahora tienen que dar una vuelta de más de 40 kilómetros para hacer llegar la piña, raíces y tubérculos a la planta empacadora, ubicada en Puerto Escondido de Pital.
Villalobos dijo que la colocación de un nuevo puente es urgente, ya que están teniendo muchas pérdidas, tanto ellos que son grandes productores, como los medianos y pequeños de la zona.
Víctor Julio Rojas, conductor del autobús que hace la ruta entre Pital de San Carlos y Pangola de Sarapiquí, dijo que las empresas tienen que hacer transbordo, lo cual también les genera pérdidas.
Rojas dijo que solo uno de los buses de la empresa logra pasar por el puente y lo hacen sin pasajeros, para evitar una tragedia.
Francisco Carranza, vecino de San Rafael de Pangola, comentó que ya se acerca la época lluviosa, lo cual causaría más trastornos.
Aseguró que cuando los pasajeros de los buses tienen que bajarse para cruzar el puente, llevan en sus brazos niños y paquetes, lo cual se les va a dificultar aún más con la caída de las primeras lluvias.
Ligia Rodríguez, síndico de Pital, afirmó que ya el Consejo Nacional de Vialidad (Conavi) evaluó el puente y determinó que hay que hacerlo nuevo.
Rodríguez explicó que la intención es colocar un puente nuevo tipo bailey, pero para ello se requieren dos estructuras, ya que el tramo es bastante largo.
La dirigente añadió que el próximo martes las autoridades pertinentes visitarán nuevamente el puente para iniciar lo antes posible con los trabajos.