Esto, debido a que la crecida del río Seco, a su paso por Miramar de Puntarenas, arrastró anoche parte de la calzada de asfalto dejando un boquete de seis metros de diámetro en la proximidad del puente.
El cierre de la Interamericana durará al menos tres días, según reportó el ministro de Obras Públicas y Transportes (MOPT), Francisco Jiménez.
La ruta alternativa para llegar a la frontera de Peñas Blancas, o a la provincia de Guanacaste, es por San Carlos y Tilarán.
Los problemas con el puente no son nuevos, pues en febrero pasado La Nación ya había informado de que la armazón requería un pronto mantenimiento, que hasta la fecha no se ha hecho.
Jiménez explicó anoche que el boquete se encontraba sobre la vía, unos diez metros antes del puente y que la estructura aparentemente no tenía daños.
Se esperará a la luz del día, dijo Jiménez, para inspeccionar la armazón y otros cuatro pasos afectados por la crecida.
El 22 de febrero de este año, La Nación informó de que siete puentes en el país necesitaban una pronta reparación.
Según el diagnóstico de la empresa Consultoría y Construcción, en la provincia de Puntarenas cuatro estructuras presentaban “riesgo inminente de impedimento del paso vehicular por el mal estado”.
Uno de los cuatro pasos identificados era precisamente el puente sobre el río Seco.
Anoche se constató con Jiménez que esa estructura no ha sido reparada en estos cinco meses.
Antes de eso, el agua cubría, en al menos 60 centímetros, los puentes cercanos.
La Policía de Tránsito procedió al cierre inmediato de la vía y al desvío de los conductores ante el imposibilidad de un tránsito seguro por el puente.