Temporal destruyó el 25% de las carreteras asfaltadas del país

Los fuertes aguaceros provocados la semana pasada por la tormenta tropical Tomas arrasaron con el 25% de la red vial nacional construida en asfalto.

Son 1.175 kilómetros afectados por derrumbes, puentes colapsados o porciones de carreteras que desaparecieron por hundimientos o deslizamientos.

La cifra la confirmó ayer Francisco Jiménez, ministro de Obras Públicas y Transportes (MOPT).

Alejandro Molina, director de Obras Públicas, dijo que los daños más graves están en la carretera Interamericana sur (Cartago-Paso Canoas), Costanera sur (Puntarenas-Ciudad Cortés) y en la península de Nicoya (playa Naranjo, Paquera, Sámara y Nosara).

El MOPT calcula que se perdieron dos terceras partes de la Costanera sur, especialmente en el tramo entre Jacó, Parrita y Quepos.

Además, la Interamericana sur muestra graves problemas en los segmentos Dominical-Buenos Aires, Buenos Aires-Paso Real, Paso Real- Palmar Norte y Palmar Norte-Río Claro.

Francisco Jiménez también expresó su particular preocupación por los daños en las carreteras Aserrí-Acosta y en Los Santos (León Cortés, Tarrazú y Dota).

Aquí está la mayor zona cafetalera del país y la reparación de esas vías urge para no afectar la cosecha de este año en Los Santos, que se calcula en 640.000 fanegas.

Xinia Chaves, viceministra de Agricultura, precisó que hay dos problemas graves en la zona: primero, la dificultad para llevar a los recolectores a los cafetales y, luego, para sacar la producción.

¿Alcanzará el dinero? Aunque todavía no hay una cifra definitiva de pérdidas, el MOPT estima que la reconstrucción costará “cientos de millones de dólares”.

“Solo a modo de comparación: nosotros, para Cinchona hemos gastado ¢12.000 millones en infraestructura vial y no hemos terminado. Nos faltan $30 millones (¢15.700 millones).

”Además, la Interamericana sur tiene daños importantes”, indicó el ministro Jiménez, quien añadió que en el cantón de Acosta, en la provincia de San José, el panorama es muy serio.

Aunque el reto es apurar la rehabilitación de los caminos en los próximos días, la “reconstrucción” tardará semanas o incluso meses, y se necesitará presupuesto del 2011, reconoció el funcionario.

Por lo pronto, Jiménez recurrirá a los ¢23.000 millones de un presupuesto extraordinario del Consejo Nacional de Vialidad (que quedaría aprobado hoy en el Congreso).

Ese dinero era, originalmente, para el mantenimiento vial de emergencia, la atención de rutas en lastre, puentes y alcantarillas.

Además, el MOPT pedirá ¢7.000 millones más de un préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo que están en poder de la Comisión Nacional de Emergencias.

Por lo pronto, la prioridad es restituir el paso en las principales vías de comercio, atender 11 puentes que colapsaron y cuatro con daños en los rellenos de aproximación.

El Conavi coordinaba anoche el trabajo de 440 cuadrillas de limpieza y habilitación de carreteras, y una inversión diaria de ¢100 millones en maquinaria. Colaboró Marvin Barquero.