Por segunda ocasión, el Poder Ejecutivo postergó por un año la entrada en vigencia de un reglamento sanitario obligatorio que deben acatar los templos religiosos.
De esta manera, las iglesias dispondrán de 12 meses más para mejorar su infraestructura y con ello evitar ser clausuradas.
La decisión la tomó el Gobierno luego de que los diputados Carlos Avendaño (Restauración Nacional) y Justo Orozco (Renovación Costarricense) pidieran la prórroga a la presidenta, Laura Chinchilla. Esos legisladores representan a la población evangélica,
Tal solicitud la hicieron por medio de una carta presentada la semana pasada, que fue respaldada por legisladores de otras agrupaciones políticas.
El reglamento en cuestión obliga a los templos a contar con rampas de acceso para personas con discapacidad, extintores, salidas de emergencia y con sistemas para aminorar el ruido, por ejemplo.
La normativa debió entrar a regir el 26 de julio del 2009; pero, en esa oportunidad, la ministra de Salud, María Luisa Ávila, les concedió un año más para ponerse en regla.
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“Ya se les ha dado el tiempo suficiente”, dijo en aquella ocasión.
No obstante, su posición cambió tras recibir una comunicación de Chinchilla y Marco Vargas, ministro de la Presidencia, en la que se expuso la intención del Gobierno de ceder ante el pedido.
“Es un tema que ellos han venidos trabajando, han ido avanzado, por eso se les da el plazo, somos abiertos”, dijo Vargas, quien destacó que el 20% de la población tica practica la religión evangélica.
En el país hay unos 3.000 templos y los diputados evangélicos estiman que un 60% no está en regla.
Justo Orozco, por su parte, dijo que, aunque apoyará que los locales adopten las medidas, trabajará por una nueva normativa pues considera que la actual tiene muchas exigencias que van más allá de lo que se puede cumplir.
El diputado incluso presentó un recurso de amparo contra el reglamento actual.
Pese al nuevo plazo concedido a los templos, la ministra Ávila señaló que las diferentes áreas de Salud cerrarán aquellos locales que incumplan los límites de sonido.
Detalló que se hace un control de los templos con denuncias ciudadanas por ocasionar ruido excesivo, para luego actuar.