Las tradicionales torres para telefonía celular cargadas de cables podrán tomar forma de palmeras, pinos o cualquier otra planta.
Aviación Civil autorizó el uso de este tipo de infraestructura en nuestro país para lugares donde la colocación de una torre normal genere un fuerte choque visual.
A esta técnica se le denominada mimetización o “camuflaje” de antenas y las empresas de telefonía móvil la utilizan en otras partes del mundo.
Aquí estaba prohibida por Aviación Civil– entidad encargada de regular y fiscalizar la actividad aeronáutica– por temor a riesgos para la seguridad aérea.
Hannia Vega, viceministra de Telecomunicaciones, manifestó que logró un acuerdo para que esa dependencia autorice el uso de tales estructuras.
Asimismo, Aviación accedió a que se puedan pintar las radiobases de colores distintos al rojo y blanco que se usa actualmente.
Sin embargo, en ambos casos, se deberá poner una luz roja en la parte más alta de la estructura.
Variedad. Las torres “disfrazadas” pueden ser de diferente tipo y forma. Su propósito es no alterar el entorno el cual se instalan y disminuir la contaminación visual que producen las radiobases comunes.
Por ejemplo, si es cerca de una playa o un parque, la torre podría semejar una palmera.
La altura de estas estructuras varía de 15 a 40 metros. Las antenas celulares se colocan en la copa o parte superior, entre las ramas.
Ricardo Taylor, director de Claro para Costa Rica, dijo que están anuentes a utilizar este tipo de estructuras en lugares donde la situación así lo amerite.
Agregó que su costo casi duplica el de una radiobase normal, unos $250.000, mientras que su fabricación también es más lenta.