Los informes técnicos divulgados en las últimas semanas señalan que el talón de Aquiles de la nueva carretera que une San José con Caldera radica en la inestabilidad de sus taludes.
La información presentada por el Colegio Federado de Ingenieros y Arquitectos a finales del mes pasado demostró que los taludes presentan “graves fallas de construcción” y se identificaron 12 zonas “que a mediano y largo plazo pueden tener un comportamiento inestable de mayores proporciones”.
Esos 12 puntos concuerdan con el tramo de 11 kilómetros entre Atenas y Orotina que el Ministerio de Obras Públicas y Transportes ordenó cerrar.
Según Francisco Jiménez, ministro de Transportes, los problemas detectados por el Colegio Federado fueron ratificados en otros dos informes, uno elaborado por la fiscalizadora del proyecto (Cacisa) y otro por un grupo de ingenieros del Ministerio.
En la otra acera, la concesionaria, Autopistas del Sol, sostiene que, según las características de las laderas, así se han diseñado las soluciones y que se empezó a trabajar en ellas desde febrero pasado.
En algunos casos, la empresa alega que la falta de expropiaciones no le permitió hacer taludes menos empinados y está a la espera de que el MOPT compre las tierras.