Solo 11 de los 49 vertederos, botaderos y rellenos sanitarios que hay en el país tienen en regla los requisitos para su adecuado funcionamiento.
Los restantes 38 no tienen permisos o se les han girado desde órdenes sanitarias hasta dictámenes de clausuras y cierres técnicos, muchos de estos con fechas cercanas a su cumplimiento.
Debido a esa situación, el Ministerio de Salud tiene como plazo todo este año para que tanto esa cartera como municipios y empresas privadas tomen las acciones para corregir las fallas.
Así lo explicó la ministra Daisy Corrales, quien en las últimas dos semanas ha coordinado reuniones con todos los sectores para el mejoramiento del manejo de residuos.
El apuro del Ministerio de Salud también se debe a un informe de la Contraloría General de la República (CGR), la cual critica que la Ley 8.839 para la Gestión Integral de los Residuos, de junio del 2010, carece de contenido económico y de reglamentos para su operación.
Desde cero. El primer paso para poner en regla los depósitos de basura, que en su mayoría están administrados por las municipalidades, fue conocer el estado de situación de estos.
Vertederos como los de Pococí, Guácimo y Santa Rosa, en la provincia de Limón, así como el de Coto Brus (zona sur) y Upala (zona norte), son de los pocos que funcionan correctamente.
Se les suman los rellenos sanitarios de Aserrí y La Carpio, en San José, y Miramar, en Puntarenas, todos ellos en manos de empresas privadas.
Precisamente, en Miramar funciona uno de los rellenos más avanzados del país, inaugurado en agosto y en el cual cantones como Nandayure, Pérez Zeledón y Montes de Oro tratan su basura.
Sin embargo, la atención de las autoridades se centra en vertederos como el de Turrialba, el cual presenta una de las situaciones más complejas en el manejo de los residuos.
El vertedero de ese cantón cartaginés tiene, por ejemplo, orden sanitaria para no recibir más basura, así como una fecha de cierre técnico desde octubre pasado.
Allí se da la “proliferación de moscas, roedores, aves de rapiña y deslizamientos de lixiviado (caldo de los desechos”, según señala un informe del Ministerio de Salud sobre el estado de situación de cada uno de los depósitos de basura.
Otro de los casos más críticos se da en Los Chiles, sobre el cual hay hasta órdenes para prohibir el ingreso de personas al sitio.
En el lugar también ha tenido que intervenir el Tribunal Ambiental y, según el informe de Salud, pese a una orden de la Sala IV para frenar el depósito de basura en el vertedero, aquella no se cumple porque la municipalidad no tiene otra opción para los residuos.
Para poner a punto los depósitos, Salud ya tiene una guía para la correcta gestión de los residuos, así como un manual para la definición de los modelos tarifarios.
De hecho, en la parte económica radica gran parte del problema, por lo que Salud estima que las alcaldías deberán incrementar los costos por recolección de desechos.
Ambos textos, disponibles para las alcaldías, se desarrollaron con el apoyo de la Cooperación Alemana para el Desarrollo.
En el país se producen cerca de 4.500 toneladas de basura al día.