Situación en redes rurales y municipales es dramática

Un estudio de Acueductos y Alcantarillados (AyA) demostró que las Asociaciones Administradoras de Sistemas de Acueductos y Alcantarillados Sanitarios (Asadas) carecen de recursos suficientes para dar mantenimiento a sus redes.

En el país existen 1.542 Asadas, que suministran agua potable a 1,2 millones de personas. Sin embargo, casi el 60% tienen sistemas para abastecer a menos de 500 usuarios.

Esto significa que generan muy pocos ingresos (por medio de tarifas) para mantener y mejorar sus redes de tuberías.

Solo en ese sector, el AyA estima que las Asadas requieren $425 millones, que servirían para reconstruir acueductos ya existentes y levantar nuevas redes en asentamientos campesinos.

Un estudio realizado por la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep) en 80 acueductos dirigidos por Asadas detectó la ausencia de hidrómetros (medidores del caudal de agua) y de sistemas adecuados de desinfección (cloración).

Además, se constató la necesidad de sustituir las tuberías.

Si se toma en cuenta que el Fondo de Desarrollo Social y Asignaciones Familiares (Fodesaf) destina $3,4 millones anuales a las Asadas, harían falta 124 años para satisfacer las necesidades de esa población.

Lo peor es que, muchas veces, el dinero de un año no se ejecuta, pues los proyectos presentados por las Asadas están incompletos o carecen de viabilidad técnica para realizarse, según confirmó Óscar Núñez, presidente ejecutivo del AyA.

Municipios. Además de las Asadas, el AyA registra 27 acueductos municipales, que llevan líquido a 550.000 personas y que hoy requieren una inversión cercana a los $350 millones.

Tanto las necesidades de las Asadas como las que requieren los acueductos municipales son independientes de los $1.500 millones que debe encontrar el AyA para sus propias tuberías de agua potable.

Los municipios también encarecerían sus tarifas para poder invertir en mejoras.