El sindicato de oficiales de tránsito pidió a sus agremiados no confeccionar multas, como medida de presión para que se les reconozca un incremento salarial.
Joselito Ortega, secretario del sindicato, manifestó que la petición se giró desde el lunes en la mañana. Según sostuvo, la medida es acatada por todos los tráficos inscritos en el sindicato, los cuales representan el 98% de los 900 oficiales de tránsito del país.
Detalló que las únicas boletas que se confeccionan son las “indispensables”, por ejemplo las que sancionan la conducción temeraria o a los choferes ebrios.
“Trabajamos solo en prevención y regulación, reducimos la producción de boletas. Por ejemplo, no se están haciendo las correspondientes a las violación de la restricción vehicular”, aseveró.
Los oficiales reclaman un aumento salarial que va de un 13% a un 43%, dependiendo de la antigüedad del funcionario.
Dicha alza fue pactada en diciembre pasado con el Gobierno anterior y se dio un plazo de seis meses para que entrara a regir, pero aún no se ha implementado.
Desmiente protesta. Cesar Quirós, director de la Policía de Tránsito, negó que los oficiales se estén absteniendo de realizar boletas.
“Hoy (ayer) hice un recorrido y se han hecho partes de todo tipo”, manifestó Quirós.
Destacó que, tanto el Consejo de Seguridad Vial, como el Ministerio de Transportes, entidades encargadas de pagar los salarios, disponen de ¢900 millones para hacerle frente al incremento salarial.
El funcionario agregó que ayer el Consejo de Personal de la Policía de Tránsito aprobó el nuevo Manual Descriptivo de Clases o Puestos, con lo cual queda “todo listo” para aplicar el aumento.
“Este mismo año se hará efectivo el ajuste”, afirmó el jerarca, aunque no dio una fecha específica.
Pese a estas declaraciones, el sindicalista, Joselito Ortega, indicó que mantendrán el movimiento de protesta hasta que haya un documento oficial que señale cuándo se hará efectivo el alza.
Acción reiterada. Esta es la segunda ocasión en el último trimestre en que el sindicato de oficiales pide no hacer partes. La primera ocasión fue en la víspera del 1.° de marzo, fecha en que entró a regir la nueva ley de tránsito.
En ese momento, los tráficos criticaron el alto costo de la multas, pues, según alegaron, estas podían generar reacciones violentas de los choferes en contra de ellos.
Pese a dicho movimiento, las multas se aplicaron de forma normal. A la fecha, desde que entró a regir la nueva ley, se han confeccionado 77.000 partes.