Los 37.000 abonados de la Cooperativa de Electrificación Rural de Los Santos, R. L. (Coopesantos), en San José, pagan las tarifas de electricidad más caras del país.
Una reciente alza del 18% en los costos de la energía que vende esa cooperativa la ubicó en el primer lugar en cuanto a precio, entre las ocho empresas distribuidoras que operan en Costa Rica.
Entre tanto, la Empresa de Servicios Públicos de Heredia (ESPH), con 66.500 abonados, es la que comercializa hoy la electricidad con el menor precio.
Detrás de Coopesantos, con las tarifas más caras, se ubica el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), principal productor y distribuidor eléctrico del país. Tiene 628.000 clientes, principalmente en las áreas rurales. El 87,5% (553.000) son hogares.
En Coopesantos, el kilovatio hora (kW/h) para consumo residencial cuesta ¢69 (hasta 200 kW/h) y ¢119 por cada kW/h adicional. Esto equivale a un pago mensual de ¢19.750 para un hogar con un consumo de 250 kW/h.
Dicho monto supera en ¢6.150 al que paga una familia de Heredia por esa misma energía. En este último caso, el recibo mensual sería de apenas ¢13.600.
No obstante, la cooperativa informó de que el consumo promedio de sus 33.841 abonados residenciales es de apenas 150 kW/h.
Para los clientes del ICE ese servicio vale ¢18.950, ¢800 menos que Coopesantos.
Coopesantos defiende que si bien tiene las tarifas más altas, no se les puede comparar con otras empresas pues ellos operan en condiciones desfavorables.
Elías Calderón, gerente general de la Cooperativa, manifestó que las diferencias de precios más fuertes se dan en consumos bajos. En la medida en que dicho gasto aumente, la tarifa es similar, e incluso más baja, que la de ESPH.
Agregó que, por ejemplo, un cliente que consume 500 kW/h al mes, en Coopesantos debe pagar ¢49.500. Mientras que si recibiera ese mismo servicio en Heredia la factura se elevaría ¢49.600.
Además, justificó que la zona servida es muy rural, con topografías quebradas, de difícil acceso y con los clientes dispersos. Por cada kilómetro de línea primaria hay 35 servicios, en promedio.
En cambio, en Heredia la población está más concentrada, lo cual baja los costos de operación.
“Sobre la eficiencia empresarial, no hay duda que los costos en la administración de una empresa de servicio público totalmente rural, no se puede comparar con la administración del mismo servicio en una zona urbana”, dijo Calderón.
Coopesantos atiende un área de 1.500 kilómetros cuadrados, conformada por 120 comunidades distribuidas en nueve cantones.
Dota, Tarrazú, León Cortés (los cantones que conforman la zona de Los Santos) y Acosta son servidos en forma total por la cooperativa. Y, parcialmente, en Aserrí, Desamparados y Mora de la provincia de San José, así como el cantón Central de Cartago y El Guarco.
Como en ocasiones el Instituto tiene alta generación térmica (a base de combustibles), esto encarece más el precio de la energía.
Otro elemento determinante en el costo de la electricidad es la curva de carga; es decir, la hora de mayor demanda energética. En Coopesantos, por tratarse, en su mayoría de hogares el consumo más elevado es en hora pico cuando el precio es mayor.
Pese a todo, Barrantes justifica la existencia de estas cooperativas, pues, por lo general, tienen una gestión eficiente y los usuarios (muchos también asociados) controlan sus actuaciones.