Pese a que apenas tenía 45 años, Joehl Araya no gozaba de buena salud. Padecía de hipertensión y diabetes, dos males que lo obligaban a permanecer medicado.
Pese a que apenas tenía 45 años, Joehl Araya no gozaba de buena salud. Padecía de hipertensión y diabetes, dos males que lo obligaban a permanecer medicado.
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