La rebaja en el precio de los combustibles decretada por la Aresep regirá por los próximos seis meses.
La disminución será de ¢40 para el litro de gasolina súper, ¢41 en la regular y ¢37 para el diésel.
De esta forma, el litro de gasolina súper, la más cara del país, pasará de ¢706 a ¢666, y la plus, que hoy cuesta ¢683, bajaráa ¢642.
Para un conductor que llene el tanque de su carro con 45 litros de gasolina regular, significará un ahorro de ¢1.845 en la compra.
Hoy, por esa cantidad de gasolina se pagan ¢30.735. Cuando entre en vigencia la rebaja, esa factura disminuirá a ¢28.890.
Entre tanto, el litro del diésel bajará de ¢636 a ¢599. Este combustible es mayormente utilizado para el transporte público, de carga y generación de electricidad.
Mediante esta reducción de precios, la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep) les devolverá a los clientes ¢63.000 millones en excedentes de Recope.
Esta rebaja se aplicará por seis meses al precio base de Recope. Por lo tanto, eso no impide que durante ese período puedan darse más ajustes o rebajas extraordinarias por variaciones en los precios internacionales o del tipo de cambio.
Según el órgano regulador, si la Refinadora tiene ganancias al cierre de año, es porque los precios fijados son superiores a lo requerido, y esos recursos, si no se utilizan en la prestación del servicio o inversión, deben devolverse a los clientes.
Esta posición ha sido fuertemente rebatida por la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope), que alega necesitar la plata para financiar inversiones por unos $1.687 millones que procura desarrollar en los próximos cinco años.
Las estaciones de combustible habían solicitado un incremento de ¢19 por litro en el margen de comercialización, pero la Aresep solo les aprobó ¢1 por cada litro.
José Miguel Masís, director de la Cámara de Empresarios del Combustible, calificó la decisión de la Aresep como una “absoluta burla” al procedimiento de fijación de precios y al sector en general.
Según dijo, en esta oportunidad el órgano regulador modificó la metodología de fijación de precios, lo cual es improcedente.
Agregó que, en este momento, las gasolineras están enfrentando una serie de inversiones para poder cumplir con las nuevas regulaciones decretadas por el Gobierno.
Sin el ajuste, dijo, las empresas tendrán problemas para cubrir sus gastos operativos. Por eso, presentarán un recurso de revisión ante el regulador general, Dennis Meléndez, con apelación ante la Junta Directiva de la Aresep.
Las gasolineras recibieron el último ajuste en octubre del 2008.