Los puertos de Limón abrirán 10 de los 11 días feriados al año contemplados en la convención colectiva, pero a cambio de que a cada operario se le otorgue un incentivo de ¢33.871 por jornada festiva laborada, más el pago doble que exige la ley.
Si un muellero labora los 10 feriados, recibirá, solo por concepto de bonificación, un total de ¢338.710.
A ese acuerdo llegaron ayer representantes de la Junta de Administración Portuaria y de Desarrollo Económico de la Vertiente Atlántica (Japdeva), su cúpula sindical y el Poder Ejecutivo.
A partir de ahora, los puertos Moín y Alemán, en el Caribe costarricense, prestarán servicio el Día de la Madre, el 1.° de enero y el día del carnaval, entre otros.
Únicamente cerrarán el 1.° de mayo, Día del Trabajador.
Según cálculos de Japdeva, “el pago del incentivo a los funcionarios que laboren en esas fechas representa, aproximadamente, ¢12 millones (por jornada)”, señala un comunicado de prensa emitido ayer por el Ministerio de Trabajo.
Según Hidalgo, “los análisis de costo” indican que los puertos ganarían ¢175 millones por cada feriado laborado.
De ese dinero saldría el pago de los incentivos, explicó Hidalgo.
Por su parte, Ronaldo Blear, secretario general del sindicato de Japdeva, defendió el pago adicional “porque los trabajadores tienen derecho a los feriados”.
Blear afirmó : “No hay que buscarle al pelo a la sopa”, cuando se le cuestionó sobre la conveniencia de otorgar el incentivo, pese a que la ley ya establece el pago doble por día feriado laborado.
La ministra de Trabajo, Sandra Piszk, dijo que el acuerdo alcanzado “nos llena de satisfacción”.
Esa decisión dependerá –dijo el jerarca– de las negociaciones con las navieras sobre el arribo de barcos para día feriado.
La primera jornada festiva a la vista es la del 11 de abril, pero “no creo que estemos preparados para abrir ese día”, aceptó Hidalgo.
El acuerdo entre las partes ya está firmado, pero debe ser aprobado, primero, por la junta directiva de Japdeva.
También debe acogerlo la Comisión Nacional de Políticas para la Negociación de Convenciones Colectivas.
Por último, Trabajo tendría que homologarlo; a partir de ese momento entraría en vigencia.