El programa de “tarifa horaria”, creado por la CNFL para incentivar a los hogares a ahorrar electricidad, no logra despegar después de ocho años de vigencia.
El plan, ideado en el 2003 y modificado en el 2009, apenas tiene hoy poco más de 5.000 abonados.
Dicho sistema premia con tarifas menores a los clientes que consuman fuera de las horas pico, cuando la energía es más cara.
Las horas de mayor demanda van de 10 a. m. a 12:30 p. m. y de 5:30 p. m. a 8 p. m. En esos lapsos, en muchas ocasiones se debe generar electricidad a base de combustibles, la cual resulta mucho más cara. El mecanismo de la CNFL permite ahorros hasta de un 20%, promedio en la factura y un 10% en el consumo de energía.
Sin embargo, está dirigido únicamente a clientes con consumos superiores a los 500 kWh al mes. En esa categoría hay unos 68.000.
Henry Solís, director de Innovación y Eficiencia Energética de la Compañía Nacional de Fuerza y Luz (CNFL) explicó que el plan es voluntario y avanza con lentitud.
En su criterio, la solución es que todas las tarifas sean horarias.
Gloria Villa, directora sectorial de Energía del Minaet, opinó que el plan resultó poco atractivo pues las familias donde todos sus miembros trabajan no tienen otra opción que cocinar y lavar en horas pico.