A las 2:48 p.m. agentes de la Unidad Especial de Intervención (UEI) y la Dirección de Inteligencia y Seguridad Nacional (DIS), en coordinación con el MOPT, intentaron detonar unos 500 kilos de explosivos que habían colocado en el cerro, para provocar su derrumbe de manera controlada y evitar su inestabilidad.
Sin embargo, aunque se esperaba que esta detonación removiera entre 15.000 y 20.000 metros cúbicos de rocas y sedimientos, que caerían sobre la carretera a Guápiles y llenarían unas 2.000 vagonetas, se comprobó que apenas cayó material para llenar una vagoneta.
Este fue el resultado de la inspección que hicieron ingenieros y geólogos del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) hace algunos minutos.
Aunque no se han determinado las causas por las que la primera detonación incumplió las expectativas. Otra segunda explosión, realizada antes de las 5 p.m., tampoco habría sido exitosa.
A unos 70 metros de alto, sobre el kilómetro 22 de la carretera Braulio Carrillo (que une San José y Guápiles), esta mañana las autoridades colocaron unos 500 kilos de explosivos. El trabajo no se había realizado antes por las difíciles condiciones del tiempo.
Las vagonetas que removerían el material caído aguardan a la entrada del túnel Zurquí.
El miércoles se dinamitaría otra parte del cerro, 500 metros más al este sobre la ruta al Caribe.