Quedarse pegado en una presa y en un carro viejo es sinónimo de contaminación y de daño al ambiente.
Un estudio de la Universidad Nacional (UNA) demostró que los carros contaminan más cuando viajan a bajas velocidades, porque emanan más monóxido de carbono, un gas nocivo para la salud.
Por ejemplo, un viejo autobús modelo 1990 emana 19 gramos de monóxido de carbono (CO) por cada kilómetro recorrido, cuando viaja a 33 kilómetros por hora.
Sin embargo, esa cifra se quintuplica a 107 gramos por kilómetro recorrido, cuando se atasca en una presa y circula a 4 kilómetros por hora.
En cambio, un automóvil modelo 2006 apenas emana 4,7 gramos de CO por kilómetro recorrido si viaja a 33 kilómetros por hora.
Además, se comprobó que los vehículos modelo 1993 o anteriores son los que acumulan más contaminantes. Emiten el 62% de los gases orgánicos reactivos y el 42% de los óxidos de nitrógeno.
Los datos los revela el Laboratorio de Análisis Ambiental de la UNA para la Comisión Interinstitucional de Gestión de la Calidad del Aire.
Esta comisión involucra a los ministerios de Ambiente, Salud, Transportes y la Municipalidad de San José.
El inventario sobre emisiones contaminantes registró datos del 2007 en los 31 cantones de la Gran Área Metropolitana (GAM), que va de San Ramón de Alajuela a Paraíso de Cartago.
Allí se demostró que en un año la GAM generó 457.000 toneladas de contaminantes como monóxido de carbono, dióxido de azufre, gases orgánicos y amoníaco.
De ese gran total, el 56% de la contaminación proviene del sector transportes, el 21% de la industria y el 23% de pequeñas empresas (panaderías, restaurantes, etc).
Jorge Herrera, director del Laboratorio de Análisis Ambiental, precisó que estos datos reforzarán políticas del sector transportes, para reducir la emisión de gases, algunos que dañan la capa de ozono.
En esa misma línea, la Ministra de Salud abogó porque se fortalezca la restricción vehicular en San José y se restrinja la importación de vehículos muy viejos.
Si se reducen las emisiones contaminantes, la Caja Costarricense del Seguro Social también podría disminuir la cantidad de pacientes atendidos por males respiratorios.
Los óxidos de azufre, nitrógeno y carbono son oxidantes y afectan las membranas mucosas de los bronquios y los pulmones y producen inflamación. En promedio se internan 20.000 personas al año por este tipo de dolencias.