Orotina, Alajuela. “Nos sentimos maltratados y discriminados; definitivamente, es un ataque para nosotros, una verdadera persecución”.
Así reaccionó el pastor cristiano evangélico Jorge Salas Mesén, líder de la iglesia Defensores de la Verdad, en Coyolar de Orotina, al enterarse del endurecimiento de las reglas para el funcionamiento de templos.
Salas aseguró que en los últimos meses han invertido dinero en reparar el local donde realizan los cultos.
Para mitigar el ruido y así frenar las quejas de algunos lugareños, esta congregación colocó elementos mitigadores de sonido en las paredes, puertas y ventanas, y pronto terminará de colocar el cielorraso.
“Desde octubre del año pasado estamos sin música por la queja de un vecino.
”Definitivamente es una reglamentación que busca hacer desaparecer, sobre todo, a las congregaciones pequeñas y sin poder económico”, opinó Salas.
Panorama. Iglesias de otras partes del país pasan por una situación similar.
Mario Cortés, pastor y arquitecto, dijo que al menos 800 congregaciones mejoraron sus templos para cumplir con el reglamento de funcionamiento.
No obstante, la reforma publicada el martes pasado, en el diario oficial La Gaceta , los pone en un nuevo aprieto.
“Las inversiones han sido de entre ¢5 millones y ¢10 millones para que haya salidas de emergencia, sistema de confinamiento de ruidos, sistema eléctrico y para mejorar la seguridad estructural.
”Decir que hay inseguridad me parece que es un desconocimiento”, dijo Cortés.