La enseñanza en las aulas no solo debe pretender que los estudiantes aprendan a leer y escribir, sino también a que comprendan los textos que tengan al frente.
“Pensamos que escribir es copiar mecánicamente; leer es comprender porque el objetivo es que lleguen a ser escritores y lectores autónomos”, indicó Ana María Hernández, especialista de la Universidad Nacional (UNA).
Por eso es que el ministro de Educación, Leonardo Garnier, considera que falta poner más atención a las conciencias fonológicas, para que el menor sepa el sentido de cada sonido, de cada sílaba y palabra. También, darle prioridad a la lógica en el aula.
“En una época donde estamos pasando de la imprenta de (Johannes) Gutenberg a un mundo de Internet y redes sociales, que hacen que el texto en todas sus formas marque la vida moderna, queda por fuera la persona que lee y no entienda, y que no escriba lo que quiere decir”, dijo Garnier.
Para que este objetivo se alcance, algunos expertos están en contra de que a los niños se les enseñe a leer y escribir a temprana edad.
“Sobre todo en centros de preescolar privados los ponen a leer a los cuatro años y no están preparados, aprenden a leer y escribir, pero como a la fuerza”, lamentó Ana Teresa León, del Instituto Nacional de Estudios de la Niñez y Adolescencia de la UNA.
Murillo cuenta con una maestría en linguística y es licenciada en preescolar. “Estoy identificando las causas del fracaso escolar, viendo las escuelas de mayor rezago educativo y las más exitosas”, afirmó la especialista.
Las primeras recomendaciones estarán sobre el escritorio del ministro en marzo próximo y los cambios podrían aplicarse para el curso lectivo del 2013.
Garnier expresó que la idea es identificar las razones por las que no se está enseñando bien a leer y escribir y se propongan pasos para transformar la enseñanza del Español en el primer ciclo (de primero a tercer grado).
La solución podría ir más allá de variantes en los programas de estudio de primer grado y abarcar incluso el preescolar.
“Una de las causas es que hay niños que llegan con deficiencias muy grandes en vocabulario, problemas de pronunciación, problemas a nivel de expresión oral”, alertó Marielos Murillo.
Entre tanto, Ana María Rodino, investigadora de la Universidad Estatal a Distancia (UNED), afirmó que los padres tienen su cuota de responsabilidad, pues deben dedicar tiempo a leer con los niños.