Miles de padres de familia tendrán que ingeniárselas para garantizar el cuido de sus hijos durante las vacaciones de medio periodo.
En total, 950.000 estudiantes dejarán hoy las aulas de escuelas y colegios y regresarán a clases el lunes 16 de julio.
Para compartir con ellos, hay padres que pidieron vacaciones en sus trabajos, pero otros no tienen más opción que solicitarles a familiares que los reciban en sus casas, al menos durante el día.
Ante esto, abuelos, tías o hermanos mayores se convierten en los ojos que vigilarán a muchos niños y adolescentes durante las próximas dos semanas.
Otra posibilidad es pagar un campamento. Por ejemplo, el que ofrece el Museo de los Niños cuesta entre ¢30.000 y ¢48.000, según la edad de los menores, y la atención se brinda durante una semana.
Sin embargo, no todos tienen dinero para pagarlo, ni tampoco cuentan con un pariente que les ayude con el cuido. Por eso, llevarán a los pequeños al trabajo.
Este es el caso de Marina Castañeda Castañeda, vecina de Tibás, San José.
Ella está a cargo de la crianza de su sobrina, Montserrat, de siete años, quien estudia en una escuela de Tibás, San José.
“Trabajo de lunes a sábados limpiando casas y, generalmente, entro a las 8 a. m. y salgo a las 5:30 p. m. Cuando Montserrat está en clases, una muchacha me la cuida dos veces por semana, pero ahora en vacaciones se vendrá conmigo al trabajo”, contó Castañeda.
Según comentó esta servidora doméstica, Montserrat prefirió quedarse con ella antes que pasar estos días de descanso en Carrillo, Guanacaste, en la casa de un tío.
Para que la pequeña no se aburra, Castañeda le llevará algunos juguetes y una bicicleta. Además, en una de las casas le prestan una computadora.
“Para el fin de semana o el viernes ya alquilamos unas películas para verlas, y la pasamos bien con palomitas de maíz.
”El rato que ella está en clases es para mí un avance grande porque, aparte de aprender, comparte con más niños. En las casas a las que voy, todos la quieren, pero igual la vigilo, porque ella sabe que tiene que respetar los sitios donde trabajo”, aseguró Castañeda.
Ella no estará sola en esa labor, ya que su exesposo la ayudará.
“Coordiné con mi exesposo para que una semana asuma a los niños, para que así compartan con la abuelita y otros familiares. La semana siguiente los tendré yo, y los llevaré a pasear a Guanacaste”, explicó Estrada.
Para esta madre es clave planificar con varias semanas de antelación, a fin de no pasar apuros, una vez que empiezan las vacaciones.
Estrada tiene la gran ventaja de que trabaja en lo propio, lo cual le facilita organizarse para tener unos días libres.
“El problema es que los niños salen de vacaciones, pero los padres no. Muchas veces, los niños no pueden compartir con sus padres porque ellos llevan otra rutina. Por eso es importante ver cómo puede uno organizarse”, aseveró Estrada.
Por otra parte, los padres de familia también pueden aprovechar estos días para hacer actividades divertidas con sus hijos, que, de paso, les sirva para aprender.
Entre tanto, Dyaláh Calderón, viceministra académica de Educación, dijo que los profesores no deben dejar tareas.
“Es un tiempo de descanso para tomar fuerza”, apuntó Calderón.