De no ser por las madres de nacionalidad nicaraguense, el país tendría una mortalidad infantil de dos dígitos, en vez de uno, y la tasa global de fecundidad sería todavía más baja, pues en lugar de asentarse en 1,82 estaría en 1,6.
De no ser por las madres de nacionalidad nicaraguense, el país tendría una mortalidad infantil de dos dígitos, en vez de uno, y la tasa global de fecundidad sería todavía más baja, pues en lugar de asentarse en 1,82 estaría en 1,6.
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