El Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) anunció ayer la apertura de la licitación para la nueva carretera entre Altamira de San Carlos y Bajos de Chilamate, Sarapiquí.
Con la nueva ruta se pretende agilizar el recorrido de vehículos entre Guanacaste y Limón, principalmente de carga pesada, al acortar la distancia en un 70%, de 87 kilómetros a 27 kilómetros.
Además, la carretera permitiría una velocidad promedio de 80 kilómetros por hora en un trayecto “más lineal” y menos accidentado que la actual.
En una conferencia de prensa efectuada ayer en la Casa Presidencial, el ministro de Obras Públicas y Transportes, Francisco Jiménez, explicó que la infraestructura se construirá con recursos provenientes de un empréstito con la Corporación Andina de Fomento (CAF) y, al formar parte de la red Internacional de Carreteras Mesoamericanas, deberá cumplir con las especificaciones correspondientes.
“En una primera etapa, la carretera va a ser de dos carriles ( uno por sentido) e incluirá una serie de mejoras, como 14 puentes o pasos de alcantarilla y zonas para manejar carriles de ascenso y descanso”, agregó Jiménez.
La nueva ruta, con paso por el denominado Tapón de Chilamate, es una de cinco obras de infraestructura anunciadas por el Gobierno en las últimas semanas, con una inversión de ¢250.000 millones.
Al jerarca del MOPT lo acompañaron en la presentación del plan la presidenta, Laura Chinchilla; el vicepresidente Luis Liberman y la viceministra de Infraestructura, María Lorena López.
Asimismo, señalaron las ventajas para el sector turístico y la población en general pues se contará con una ruta alterna ante la carretera Braulio Carrillo.
El cartel licitatorio se publicará la semana entrante en el sistema virtual de CompraRed, y la adjudicación se hará en los 30 días hábiles siguientes, luego de que el MOPT analice las ofertas.
La viceministra López dijo que se planea iniciar la construcción a finales de este año, al terminar el proceso de licitación, y concluir la obra a finales del 2013.
El trailero José Andrés Ureña tiene siete años de manejar entre San Carlos y Limón. Para él, la seguridad de la nueva vía es el beneficio más importante.
“La actual ruta, particularmente el trayecto entre Aguas Zarcas de San Carlos y La Virgen de Sarapiquí, es muy angosta, con curvas muy cerradas y guindos que la hacen muy peligrosa”, dijo Ureña.
“Si ocurre un percance, tenemos que esperar hasta cuatro horas o más para que reabran el paso, con la consiguiente afectación para la llegada de productos como piña y concentrado de naranja a Limón”, agregó el trailero.