El Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) incumplió el compromiso adquirido hace un año de atender con prontitud 10 puentes prioritarios en rutas muy usadas por el comercio.
El 24 de octubre del 2009, dos días después de la tragedia del puente de Turrubares – murieron cinco personas–, el entonces presidente Óscar Arias prometió $15 millones para atender los pasos elevados más urgentes del país.
Incluye tres puentes en la Interamericana norte (hacia Nicaragua), dos más en Interamericana sur (hacia Panamá) y otros dos en la ruta 32 (San José-Guápiles).
Además, dos pasos elevados en la carretera 4, hacia Sarapiquí, y un puente urbano sobre el río Torres, en Goicoechea, San José.
Un año después, el Consejo Nacional de Vialidad (Conavi) admite que no tuvo fondos suficientes para atender todos los puentes.
De las 10 estructuras, únicamente pudieron adjudicarse trabajos para los puentes sobre los ríos Aranjuez y Abangares, en la Interamericana norte.
El primero costará ¢1.108 millones y el segundo, ¢1.765 millones. Los contratos se adjudicaron a las empresas Codocsa y Hernán Solís, y dependen del refrendo por parte de la Contraloría General de la República.
Según Francisco Jiménez, titular del MOPT, el Conavi tuvo que destinar ¢8.000 millones para atender “imprevisibilidades”, como el daño en uno de los accesos del puente sobre el río Seco, en la Interamericana norte.
Para entonces, ya estaría en ejecución un primer desembolso del préstamo por $850 millones con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Precisamente, ese primer desembolso, por $300 millones, fue dictaminado ayer en la Asamblea Legislativa.
Esos 10 puentes prioritarios fueron identificados en un estudio que hizo en el 2007 la Agencia Internacional de Cooperación Japonesa (JICA).
La semana pasada llegó al país el experto en puentes Takemasa Uehara para “realizar un diagnóstico más detallado sobre las obras y procesos de reparación de 10 puentes que el MOPT definió como prioritarios”, según consignó un comunicado de JICA.
Los técnicos japoneses identificaron que estos pasos elevados presentan daños en las losas, vigas principales, juntas de expansión, bastiones socavados y destrucción o ausencia de barandas.