El Ministerio de Educación Pública (MEP) anunció una estricta supervisión en 50 colegios diurnos que registraron excesivos porcentajes de deserción durante el primer semestre del pasado curso lectivo.
Para ello, el MEP prepara un plan de trabajo que esos liceos pondrán en práctica este año.
El objetivo es identificar las causas que inciden para que el estudiante prefiera quedarse en la casa o buscar un trabajo, con tal de no regresar a los salones de clases, pese a la posibilidad de superación social y económica que brinda el estudio.
Leonardo Garnier, ministro de Educación, aseguró que esos colegios serán prioritarios este año.
“Hay 50 colegios diurnos con unos números asquerosos de deserción: tienen el 14% de la matrícula (diurna) y el 34% de la deserción (diurna).
“Si logramos hacer algo ahí, pienso que es posible una bajadita de la deserción”, sostuvo Garnier.
El abandono de las aulas registrado en el primer semestre del 2010 fue del 5,3% (16.510 jóvenes).
Sin embargo, solo en el Liceo Occidental de Cartago, que lidera la lista de casos graves, la deserción llegó al 20%; es decir, cuatro veces más.
Un proyecto similar se aplicará en los centros de secundaria nocturnos, cuya problemática es aún mayor porque la mayoría de alumnos trabaja y vive en zonas alejadas al liceo, factores que se convierten en una tentación para no regresar.
Para lograrlo se requiere un programa más amplio, opinó Ana Teresa León, experta en educación de la Universidad Nacional (UNA).
“Primero deben preguntarle al estudiante su criterio. La educación es integral y si un colegio no ofrece deportes, artes o música, no se mantendrán los muchachos ahí”, recalcó León.
Para la especialista, urge que el MEP investigue sobre el nivel de dificultad que deben tener los contenidos para garantizar la adaptación del estudiante.
Esto se sustenta en que sétimo año es el nivel que pierde la mayor cantidad de alumnos, en parte por las diferencias del proceso de aprendizaje en el colegio en comparación con la primaria.
“Los profesores tienen que vincular los contenidos con la realidad pues mucha materia es vista como algo ajeno, y si los muchachos no entienden, afuera hay un mercado que los jala, y se van”, concluyó la especialista universitaria.