Ni un examen para evaluar conocimiento, ni una entrevista.
Un título universitario basta para que un docente llegue a ser contratado por el Ministerio de Educación Pública (MEP) con la misión de enseñar en escuelas o colegios.
Así, un educador con formación universitaria deficiente y poca aptitud tendrá las mismas condiciones y salario que aquel que domina la materia y sabe enseñarla.
La diferencia la “pagarán” los estudiantes, quienes no aprenderán de la misma manera.
Las contrataciones que hace el MEP son a ciegas, pues el puntaje para ganar el puesto dependerá del grado universitario que tenga y la experiencia previas en las aulas.
Félix Barrantes, jefe de Gestión de Calidad del MEP, aseguró que el mecanismo actual de selección de educadores está obsoleto.
“Este sistema estuvo en Costa Rica más de 30 años porque el país tuvo déficit de maestros, pero en este momento hay sobreoferta (se postulan hasta 30.000 docentes por 4.000 plazas disponibles)”, afirmó el funcionario.
Según Barrantes, la metodología difiere enormemente de lo que ocurre en países desarrollados, donde los oferentes deben someterse a entrevistas, presentar ponencias y hacer pruebas.
Sin embargo, aquí fracasaron la mayoría de intentos por establecer esos requisitos.
De hecho, las asociaciones de educadores desaprueban cualquier condicionamiento.
“Nos oponemos rotundamente a un tipo de prueba que supedite la propiedad. Que el MEP implemente capacitación permanente y se supervise a las universidades”, manifestó Alexánder Ovares, presidente de la Asociación Nacional de Educadores (ANDE).
Los resultados no fueron buenos: de 3.193 profesores de Inglés (95% del total), 1.212 se ubicaron en los peores niveles, 1.550 en intermedio y solo 431 en avanzado.
Entre tanto, el 48% de quienes enseñan Matemática fallaron al responder preguntas del nivel de la prueba de bachillerato.
Tras estos resultados, el MEP logró establecer que para conseguir una plaza para enseñar Inglés hay que demostrar dominio del idioma mediante una prueba internacional. La más común que se aplica es la denominada TOEIC.
Se intentó también en Matemática, pero no se pudo.
Estas circunstancias obligan al Ministerio a destinar los recursos de capacitación en subsanar deficiencias de los educadores, advirtió Isabel Román, coordinadora del Programa Estado de la Educación.
“Buenos y malos docentes entran al sistema y, como no hay ningún control, el sistema empieza luego a sufrir las carencias que no resolvió una buena formación inicial”, comentó.
La falta de preparación de los educadores también pone en vilo el futuro del país, opinó Guillermo Vargas, presidente del Sistema Nacional de Acreditación de la Educación Superior (Sinaes).
“En las aulas formamos a los futuros agrónomos, ingenieros, economistas, médicos. El país, a un plazo de 15 años, tendrá profesionales que no pueden enfrentar el reto de una sociedad del conocimiento”, indicó Vargas, para quien es urgente que todas las carreras de educación estén acreditadas.