La obra, ubicada en el corazón de la ciudad, fue levantada en sustitución de la vieja estructura que el terremoto de 1991 dejó seriamente dañada.
Aunque la antigua catedral fue sometida a muchas reparaciones, hace unos cinco años se tomó la decisión de derribarla ante el riesgo que representaba para los fieles.
Desde este sábado, los católicos disfrutan de un nuevo edificio, con mucho espacio, salidas de emergencia y un diseño moderno que estuvo a cargo del arquitecto Juan Carlos Chávez.
Según el profesional, aún faltan algunos detalles en las áreas verdes y los parqueos, que son, precisamente, novedades con las que se hallaron los asistentes a la catedral.
Durante su homilía, el obispo de Limón, monseñor José Rafael Quirós, mostró una gran satisfacción porque después de tantos años los lugareños puedan contar con una nueva “casa de vecinos”, donde se congreguen a orar.