Nunca imaginaron trabajar juntos. Eran tan diferentes, solo parecían compartir apellidos y el ADN, pero profesionalmente sus áreas no podían ser más disímiles: él, ingeniero especialista en nanotecnología (ciencia que estudia estructuras diminutas); ella, microbióloga.
Pero hace unos 10 años, una taza de café en una madrugada marcó el inicio del trabajo conjunto de Sindy y Juan Scott Chaves Noguera.
“Lo vi preocupado. Me dijo que no sabía cómo quitarle hierro a unos nanotubos de carbono. Yo, en mi mentalidad de microbióloga, le dije: ‘Las bacterias comen hierro, tengo bacterias en el laboratorio, ¿probamos?’”, recuerda Sindy.
Como si fuera una travesura, en plena madrugada ambos fueron al laboratorio de aquella universidad en California. No podían esperar para ver si esa idea funcionaba.
No solo funcionó. Descubrieron que las bacterias no solo se comían el hierro, sino que los nanotubos las debilitaban al punto de interrumpir su división y reproducción.
“Esto podría ser casi un antibiótico en unos años”, relató Sindy.
El tema los apasionó.
“Nos escapábamos en las madrugadas para ver cómo funcionaba. Durante el día cada uno tenía que trabajar en sus proyectos académicos, pero en las noches y madrugadas podíamos hacer el nuestro”, narró Juan.
Los hermanos fueron más allá. Se les ocurrió ver si lo mismo funcionaba con hongos. Sin embargo, para ese entonces ya Sindy estaba en Nevada sacando su doctorado; los nanotubos estaban en California y los hongos, en Nevada.
“Mi mamá llegó a visitarme y se llevó oculta en los zapatos una muestra de hongos. Entonces, estando lejos, igual hicimos las pruebas y funcionaron”, dijo Sindy.
Estos hallazgos los llevaron a ser los primeros ticos en presentar una ponencia en el evento anual del Instituto de Nanociencia y Tecnología de Estados Unidos ( NSTI ).
Más éxitos. Juan y Sindy continuaron sus proyectos individuales.
Hace tres años, Juan regresó al país para coordinar el área de Nanotecnología del Instituto Tecnológico de Costa Rica (TEC), meses después recibió el Premio Nacional de Tecnología Clodomiro Picado y el Jorge Manuel Dengo por sus estudios con nanotubos de carbono.
Mientras tanto, la tesis de doctorado de Sindy la hizo ganar en 2012 esos dos mismos premios , al proponer una técnica que, en solo segundos, con la facilidad de una prueba de embarazo, detecta males causados por hongos y bacterias.
Sin embargo, nuevos planes trajeron a Sindy a Costa Rica para laborar en el TEC con su hermano.
Ellos trabajan en una adaptación del método de diagnóstico de enfermedades para que la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) lo utilice, y también buscan crear etiquetas que permitan saber cuándo una carne está en buen estado y cuándo su cantidad de bacterias no la hacen apta para consumo.
“La nanotecnología llega a estructuras tan pequeñas que podemos alcanzar cosas que con los medios tradicionales no se pueden hacer, todavía tenemos mucho por desarrollar aquí”, dijo Juan Scott.