Los médicos de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Nacional de Niños (HNN) han manifestado desde el 2005 su disconformidad con los resultados de las cirugías cardíacas.
Los oficios entre los galenos y los jerarcas del centro médico han ido y venido en los últimos años e, incluso, han llegado hasta los altos mandos de la Caja Costarricense de Seguro Social.
Aristides Baltodano, uno de los intensivistas denunciantes, señaló que debieron llevar sus quejas hasta la Defensoría de los Habitantes.
Esta entidad informó a este diario de que hace más de un mes se inició una investigación sobre el tema, la cual está avanzada en un 80%.
La base de las denuncias de los intensivistas es que las cifras de mortalidad que tiene el HNN son elevadas en comparación con otros países y los índices mundiales de excelencia.
Por ejemplo, en el 2010 el HNN tuvo una mortalidad de 15,4 %, pero los médicos insisten en que no debe superar el 4% de todos los niños operados.
“El programa de cirugía cardíaca no es seguro ni eficiente”, sentenció Baltodano.
Hasta el año pasado, la Unidad de Cuidados Intensivos era la encargada de velar por la salud de los menores tras una operación en el corazón. Esa labor cesó desde que el HNN creó la Unidad de Cirugía Cardíaca en el 2010.
El primero de ellos es del 2006, elaborado por el especialista argentino Rodolfo Neirotti.
El otro documento corresponde al que realizó, en el 2009, el denominado Grupo Dallas, luego de la visita a Costa Rica de varios médicos de esa ciudad estadounidense para evaluar las cirugías cardíacas en el HNN.
El equipo extranjero observó el proceder de los cirujanos cardíacos costarricenses y determinó que había fallas en las técnicas quirúrgicas, las cuales –según dijeron– podrían incidir en las cifras de mortalidad.
“Los informes son claros al decir que las fallas se dan en las salas de operaciones, pero el hospital no ha tomado las medidas para corregir eso”, dijo Baltodano.
En una publicación de este diario de hace dos meses sobre las cirugías cardíacas, la Gerencia Médica de la Caja había dicho que le correspondía al propio hospital atender y resolver el tema.