Follow @luisdiazcr El nombre de Sandra Céspedes Porras, funcionaria del Instituto Costarricense sobre Drogas (ICD), está ligado a una subsidiaria de uno de los proveedores de fármacos de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
Ella es madre de Hans Vindas Céspedes, encargado de medicamentos de la Caja, quien gestiona las compras urgentes para la institución. Con adquisiciones de ese tipo ha sido beneficiada, de manera creciente, la firma vinculada a su madre.
La Caja investiga supuestas anomalías en esas compras.
Esta historia motivó al ICD a tomar la decisión de pedirle a Sandra Céspedes “una explicación sobre qué puede estar pasando con eso (las presuntas anomalías)”.
Así lo manifestó ayer Carlos Alvarado Valverde, director del ICD, quien aseguró que desde temprano se reunió con Céspedes. El jerarca indicó que la colaboradora fue quien inició el contacto para hablar del tema.
Alvarado, no obstante, no quiso referirse a qué fue lo que conversó con ella.
Aunque la funcionaria dio explicaciones verbales a sus superior, el ICD le envió a Céspedes una nota oficial para que, con la prontitud del caso, se refiera a las denuncias en su contra.
En el Instituto la mujer se desempeña como archivista.
Entre sus bienes registra dos automóviles marca Hyundai; uno es modelo Accent 2002, valorado en ¢2,5 millones, y el otro es un Tucson 2011 (¢15 millones).
Ayer, Céspedes prefirió no referirse a la petición que le hicieron sus superiores.
Curarse en salud. El director del ICD agregó que las aclaraciones solicitadas a la colaboradora es para evitar situaciones complejas del pasado.
El señalamiento se refiere que a inicios de año se descubrió que un alto funcionario del ICD que dirigía pesquisas contra lavado de dinero había presentado títulos académicos falsos.