La mortalidad por cirugía cardíaca (CC) en el Hospital Nacional de Niños para el año 2010 fue del 26,2% y no del 15,4% –cifra de por sí alta– que reportan las autoridades de ese centro médico.
Este elevado porcentaje de fallecimientos poscirugía es hasta seis veces mayor que la media mundial, que está en un 4%.
Las cifras fueron confirmadas, en forma reciente, por el Centro de Registro de Enfermedades Congénitas (CREC), del Instituto Costarricense de Investigación y Enseñanza en Nutrición y Salud (Inciensa), fundado en 1963 y adscrito al Ministerio de Salud.
Para efectuar el estudio –del cual
El Inciensa revisó los decesos por CC en menores durante los últimos tres años y halló un incremento: en el 2008 la mortalidad fue del 16,1%; en el 2009, de un 25,9%; mientras que el 2010 aumentó al 26,2%.
Dichos resultados están muy por encima de los reportes originales hechos por el Hospital.
También superan, y por mucho, las cifras de mortalidad que presentan países como Guatemala (10,7% de mortalidad entre 1997 y 2004), Uruguay (7% para el período 2003-2006) y Colombia (con 7,7% de mortalidad solo para el 2003).
Los resultados del Inciensa son similares a los divulgados en agosto pasado por la Unidad de Cuidados Intensivos del HNN.
Precisamente, desde el 2005 los médicos intensivistas han llamado la atención de las autoridades de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) por el desempeño del programa quirúrgico para niños con cardiopatías.
La semana anterior, se intentó consultar a Rodolfo Hernández, director médico del HNN, pero la oficina de prensa del Hospital respondió que el galeno “no tiene conocimiento de ese informe del Inciensa” y que no se referiría al tema.
Además, la investigadora principal del estudio, la pediatra e epidemióloga Adriana Benavides Lara, había expuesto una semana antes las cifras a los jerarcas del HNN. A la cita asistieron autoridades de la Caja y del Ministerio de Salud.
El Instituto encontró que el HNN no opera ni a la mitad de los menores que urgen de una cirugía, pues por prevalencia se estima que del total de nacidos con cardiopatía congénita cada año, al menos el 30% deben ser operados.
Eso no se cumplió en el trienio analizado por el Inciensa. Por ejemplo, en el 2010 nacieron 467 niños cardiópatas, pero solo fueron operados 65; es decir, el 13,9%.
Por otra parte, el análisis indica que la media de edad de menores fallecidos fue de dos meses y medio.
La mortalidad por CC en el Hospital Nacional de Niños también es analizada por la Defensoría de los Habitantes. Recientemente, la Fiscalía de Delitos contra la Vida manifestó que analiza si cabe apertura de causa para investigar.