La CCSS pagó en los últimos siete años más de $10 millones para adquirir servicios privados de tratamientos contra el cáncer, cantidad con la cual habría comprado tres aceleradores lineales.
La información se conoce cuando la entidad cuenta con solo dos de esos aparatos: uno de ellos dañado desde hace dos meses y el otro equipo que apenas volvió a funcionar ayer, después de varios días fuera de servicio.
El desembolso de $10.437.039 entre el 2003 y 2009 lo recibió la clínica privada Radioterapia Irazú, la cual presta servicio con un solo acelerador lineal.
Ese centro médico atendió en aquel período a 4.349 pacientes con cáncer, para un promedio de $2.400 por asegurado.
Los contratos con la clínica Irazú permanecen vigentes pese a que en el 2004 una comisión interdisciplinaria de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) recomendó adquirir, entre el 2005 y 2010, tres nuevos aceleradores lineales.
Aquel órgano manifestó que la idea era “ incrementar paulatinamente la cobertura de radioterapia de un 35% hasta un 50% de los nuevos casos de cáncer por año”.
Otra de las razones para adquirir los tres aceleradores lineales –según se consigna en un informe de la Contraloría General de la República (CGR)– era “disminuir la cantidad de tratamientos que la institución contrata externamente”.
Dicha recomendación la avaló la junta directiva de la institución autónoma en la sesión el 22 de setiembre del 2005, durante la cual autorizó la compra de esos tres aparatos.
En aquella ocasión, la junta especificó: “Los aceleradores deberán estar funcionando a más tardar en los años 2007, 2008 y 2010”. Nada de eso sucedió.
Menos pacientes. Pese a que la Caja cuenta con dos aceleradores, son más los pacientes que remite a Radioterapia Irazú que los que atiende en sus propias instalaciones.
Datos de la Gerencia Médica que están incluidos en el documento de la Contraloría revelan que en el 2008 la Caja dio tratamiento con acelerador lineal a 489 pacientes (37% de los irradiados ese año), mientras que Radioterapia Irazú atendió a 830 (63%), todos referidos por el Seguro Social.
El informe de la Contraloría puntualizó criterios que dio la Caja para justificar, este año, la ampliación del servicio de Radioterapia del Hospital México por un monto de $18,5 millones.
Las expectativas de la institución es tener en uso dos aceleradores más al finalizar el 2014.
No obstante, antes de que eso ocurra, en los próximos años la Caja pagaría casi $6 millones por los tratamientos contra el cáncer prestados por la empresa privada.
Severo problema. Ayer se intentó obtener el criterio de la Caja del Seguro Social sobre la compra de esos servicios, pero al final de la tarde la Oficina de Comunicación informó de que no se referirían hasta hoy.
Esa dependencia aseveró que todos los gerentes estaban reunidos.
También se buscó el parecer de la compañía Siemens, a la que corresponde hacer valer la garantía del equipo de esa misma marca y que tiene dos meses fuera de servicio.
En primera instancia se conversó con Israel León Hernández, ingeniero de Siemens a tiempo completo en el Hospital México (donde están los aceleradores), y quien debe velar por el buen funcionamiento del equipo, pero refirió cualquier consulta a las oficinas centrales de la compañía.
Aquí se indicó que Daniel Castillo Libby, gerente de Soluciones Médicas, estaba en un simposio.
Por otra parte, Juan Carlos Rivas, físico médico del Hospital México, afirmó que no hay problema si un paciente se le suspenden las sesiones de radioterapia. “Luego se vuelven a calibrar” , aseguró. Oncólogos rechazan ese criterio.
El cáncer es la segunda causa de muerte en el país. Para este año se esperan 10.000 nuevos casos.