El Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) pagó hasta 13 meses de alquiler por edificios que no utilizó.
Así lo reveló un informe de la Contraloría General de la República, luego de analizar el trámite seguido por el Instituto para el arriendo de cuatro inmuebles.
El esos casos el ICE tardó entre siete y 13 meses en remodelar y acondicionar los locales a las necesidades de quienes los ocuparían.
Durante ese período la institución ya estaba pagando el alquiler.
En los cuatro casos analizados la entidad gastó ¢1.400 millones en el pago de alquileres por inmuebles que no ocupaba, compra de materiales y trabajos de remodelación.
Esto ocurrió con el edificio Cocorí, en Plaza Los Yoses, Centro Empresarial Caycur, Centro Comercial Plaza San Pedro (Outlet Mall) y el piso 9 del Ofimall (Mall San Pedro).
El ente contralor determinó, además, que debido a la falta de espacio físico propio, el ICE destina anualmente unos ¢4.800 millones al alquiler de 99 inmuebles.
Según la Contraloría, desde el 2002 el consejo directivo del ICE pidió a las instancias administrativas pertinentes desarrollar planes para solucionar los problemas de espacio, pero estos persisten.
Ese órgano le ordenó al ICE definir, en un plazo de tres meses, una estrategia corporativa con las acciones, medidas o proyectos para solucionar en forma integral el problema de espacio físico.
Dicho plan debe incorporar la política de austeridad dictada en el 2009, con el fin de que se alquile solo en casos calificados y con un análisis previo para evitar gastos por remodelaciones y acondicionamientos, así como el pago de alquileres por edificios que no utiliza.
Al respecto, el presidente ejecutivo del ICE, Eduardo Doryan, dijo que las observaciones del órgano contralor serán acatadas.
“Una de las tareas que va a tener la gerente de logística y recursos institucionales es tener una estrategia, que el ICE nunca ha tenido, con base a sus edificaciones”, manifestó el jerarca.
Por ejemplo, el trámite para alquilar el edificio Cocorí, en Los Yoses, empezó en el 2005 y fue hasta agosto del 2008 cuando la entidad finalmente recibió el inmueble y empezó a pagar la renta acordada.
El local fue alquilado por el Instituto sin divisiones, sin aire acondicionado, sin planta eléctrica y otras comodidades necesarias para utilizarse como oficinas. Esto lo obligó a comprar materiales y a realizar trabajos en el edificio con un costo superior a los ¢250 millones.
El inmueble finalmente fue ocupado por los funcionarios de la entidad en setiembre del 2009; es decir, 13 meses después de haber empezado a pagar el arrendamiento. Por ese concepto desembolsó ¢166 millones, durante ese período.
“Al no contar con un adecuado acondicionamiento físico-ambiental: puertas, vidrios, dispositivos eléctricos, pisos cerámicos, cantidad requerida de servicios sanitarios y ascensor”, el ICE alquiló un edificio que no podía habitar inmediatamente, indica el informe.
Para la Contraloría, esto pudo incidir en el buen desempeño del negocio, así como el uso óptimo de recursos públicos, al pagarse alquileres por inmuebles que no podía utilizar, pero no pidió al ICE establecer responsabilidades.