El ICE solicitó ayer a la Fiscalía investigar los hechos relacionados con la activación del sistema de alarmas contra incendios que dañó la red celular de tercera generación y dejó a miles de usuarios sin servicio el miércoles anterior.
La denuncia fue interpuesta por el gerente de Telecomunicaciones, Claudio Bermúdez, ante la Fiscalía General de la República, sin precisar a los presuntos responsables.
Bermúdez destacó que la tarde del miércoles cuando ocurrió el incidente se daba mantenimiento a los equipos de alarma contra incendio del inmueble ubicado en Paso Ancho, al sur de San José.
Esa labor la desarrollaba una empresa privada contratada por Huawei, proveedora de la red de tercera generación (3G).
No obstante, el ICE no logró determinar cómo se activó el sistema, a pesar de que nunca se dio ni un conato de incendio, y por eso acudieron a las instancias judiciales.
“La idea de la denuncia es que se haga una investigación y se determine si fue un evento fortuito o qué pasó”, agregó Bermúdez.
A una semana de ocurrida la falla, el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) aún no tiene cuantificado el número de clientes afectados ni las pérdidas debido a la suspensión del tráfico telefónico.
Bermúdez dijo que está n terminando de recopilar los datos para remitirlos a la Superintendencia de Telecomunicaciones (Sutel).
De acuerdo con el funcionario, el daño directo lo sufrieron las plataformas de telefonía prepago que sirven a casi un millón de clientes.
También se vieron afectados servicios conexos como la mensajería de texto, el sistema de recarga prepago y la activación de nuevas líneas celulares.
Respecto a la interrupción del servicio reportada por clientes pospago de todas las redes de telefonía móvil, José Pablo Blotta, director del contrato con Huawei, la atribuyó a una congestión del sistema.
El Instituto tampoco conoce las pérdidas por equipos dañados, las cuales serán asumidas en su totalidad por la empresa china Huawei.
Adicionalmente, de forma automática se apagaron los aires acondicionados encargados de evitar el recalentamiento de los equipos.
El polvo y las altas temperaturas (hasta 80 grados) provocaron que gran cantidad de servidores y tarjetas de computadoras se dañaran. Parte de esos equipos ya fueron cambiados y otros están en proceso de sustitución por parte de personal de Huawei.
Este hecho se une a un incendio ocurrido en agosto en un edificio del ICE en Limón y que dejó a los usuarios de esa provincia sin telefonía celular, fija, ni Internet durante al menos, 16 horas.