San José (Redacción). Expertos del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) vigilan un deslizamiento que afecta desde el pasado 28 de marzo a uno de los frentes de trabajo del proyecto hidroeléctrico Reventazón que se construye en Siquirres.
La institución informó esta mañana que un equipo conformado por geólogos, geotecnistas y geofísicos, realizan estudios geofísicos, a fin de contar en las próximas semanas, con un modelo geológico, que permita establecer a detalle las características del fenómeno.
Con estos resultados se podrán completar las medidas de estabilización.
“El evento empezó el día el 27 de marzo y aún se está determinando el área exacta de su extensión. Se prevé que se trata de un deslizamiento antiguo, cuyo detonante pudo haber sido la lluvia que se precipitó entre los días 26 y 27 de ese mes”, informó el Instituto en un comunicado de prensa.
El informe agrega que no existe ninguna casa de habitación cercana, sin embargo, como medida de prevención, se ha mantenido una comunicación constante sobre la situación, con los propietarios vecinos.
Agrega que la entidad ejecutó de forma inmediata, acciones para reducir el aporte de agua en el sector afectado.
Para aminorar las cargas sobre el terreno, ha removido hasta el momento 34.800 m3 de material, unas tres mil vagonetas. Asimismo, se mantiene un monitoreo topográfico y un control geológico constante, para determinar el comportamiento del deslizamiento, el cual, según los últimos registros, gracias a las medidas ejecutadas, ha logrado disminuir su movimiento.
La planta que se construye en Siquirres es de 305 megavatios de capacidad instalada y producirá electricidad para 525.000 hogares.
El complejo hídrico tiene un costo de $1.200 millones y debe entrar a operar en diciembre del 2015.