La intervención del gerente general del ICE, Alejandro Soto Zúñiga, cambió el rumbo del contrato de una millonaria campaña para promocionar la marca Kölbi.
El Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) buscaba una agencia de publicidad para su mercadeo, producción, logística, promoción y relaciones públicas.
Con ese fin promovió una contratación abreviada por $1 millón, en setiembre del 2010.
En el concurso participaron las agencias Garnier BBDO, Jotabequ y Tribu DDB. Las tres propuestas se conocieron el 30 de noviembre.
En febrero, el equipo calificador de las ofertas y luego la Proveeduría Corporativa del ICE sugirió al gerente Alejandro Soto, adjudicar el contrato a Jotabequ, pues cumplía con los requisitos legales, técnicos y obligatorios del cartel. Además, ofrecía un precio razonable.
De acuerdo con ese equipo, la oferta de Garnier no cumplía uno de los requisitos obligatorios e insubsanables, por lo cual no podía ser elegible. Además, en la parte económica no había cotizado dos propuestas como exigía el ICE.
Entretanto, la empresa Tribu, incumplía aspectos técnicos.
Soto rechazó la recomendación y pidió a los técnicos revisar los aspectos que excluyeron a Garnier.
Los incumplimientos se relacionaban con su endeudamiento y el crecimiento de sus ventas.
Soto le solicitó a los técnicos profundizar el análisis financiero para corroborar por qué Garnier había sido descalificada.
Además, pidió valorar “qué tan relevante” era usar la capacidad de endeudamiento de la empresa como elemento determinante para excluir una oferta.
También requirió “revisar y en caso necesario corregir” el cuadro comparativo de precios presentado por Garnier, pues en su criterio, sí había cotizado las dos propuestas.
Estimó que no se incluyeron las fórmulas para validar si las empresas cumplían con los requisitos, quedando a interpretación de cada participante. No obstante, ninguna pidió aclarar el punto.
La dependencia financiera concluyó que los indicadores para la precalificación eran “los apropiados y procedentes desde el punto de vista técnico”.
Sin embargo, el equipo encargado de calificar las ofertas, en atención a la sugerencia de Soto, decidió sacar del cartel lo relacionado con endeudamiento y ventas. Esto habilitó la oferta de Garnier.
Luego, le solicitó a la agencia aclarar si su oferta financiera incluía las dos cotizaciones, a lo que la firma respondió afirmativamente.
Así, se recalificaron las ofertas y se recomendó adjudicar a Garnier por mejor precio.
Esta recomendación sí fue aceptada por Soto y el 17 de marzo se adjudicó la contratación a Garnier.
Para el gerente, la Administración puede desaplicar una norma cartelaria que ha sido considerada ambigua por l os especialistas en el tema. Esto, siempre y cuando, dicha desaplicación no confiera a ninguno de los participantes una ventaja indebida.
Empero, Luis Ortiz , especialista en Derecho Administrativo de la firma BLP abogados, aclaró que el plazo de la Administración para modificar el cartel se vence 24 horas antes de abrir las ofertas.
“Luego de la apertura de las ofertas no se puede cambiar nada porque cualquier modificación va a dar ventaja a uno y a poner en desventaja a otros”, dijo Ortiz.
Según el abogado, si el ICE quería eliminar un requisito del cartel la única vía era declarar desierta la licitación y abrir otro proceso.