Una vez más, la Contraloría General de la República (CGR) criticó la labor del Fondo Nacional de Becas (Fonabe) en el otorgamiento de los beneficios económicos para estudiantes pobres.
Mientras muchos de los alumnos quedaron en la fila y a la espera de su beca, el informe señala que Fonabe tuvo un superávit de ¢3.843 millones en el 2011.
El ente contralor también apunta el calvario que representa optar por un subsidio pues puede consumir hasta tres años en trámites.
“Hay falta de oportunidades en la aprobación de las becas, faltan políticas concretas en la definición de prioridades de inversión y hubo un cumplimiento parcial de las metas del 2011”, indica el estudio.
Aunque los problemas son paralelos a los que señala la CGR en los periodos 2009 y 2010, la presidenta de la Junta Directiva del Fonabe, Sonia Calderón, pide más tiempo y análisis para tomar decisiones.
“El informe fue entregado casi el último día de trabajo y la Junta Directiva no lo ha visto; se darán los criterios al respecto hasta que se analice y eso va a suceder en un par de semanas. No me podría a referir a lo que el informe indique”, manifestó la jerarca Calderón.
Las últimas investigaciones publicadas por este diario (Defensoría de los Habitantes y Auditoría del Ministerio de Trabajo) revelan que la entidad usó ¢1.000 millones del dinero de becas para gastos administrativos en el periodo 2009-2010.
En el 2010-2011 el Fondo entregó ¢ 175 millones a estudiantes que incumplían los requisitos.
En ambos casos, la presidenta de la Junta Directiva también dijo que requerían más tiempo para analizar la situación.
Voz sin voto. Por su parte, el ministro de Educación, Leonardo Garnier, explicó que esperarán “en las próximas semanas” los resultados de un estudio técnico de un equipo de siete funcionarios del Ministerio de Educación (MEP) que evalúa a Fonabe desde setiembre del 2012.
El ministro reconoce que, aunque hay fallas en el personal y en el sistema informático de Fonabe, él no tiene facultad para tomar decisiones sobre esa entidad.
“El MEP es el órgano rector de la educación, pero Fonabe tiene su propia ley que establece sus potestades; nosotros no podemos hacer nada al respecto y la Junta es la que nombra al director ejecutivo”, explicó Garnier.
El ministro no adelantó ningún criterio sobre los cambios que necesita la institución, a partir del informe que dará a conocer el equipo técnico del MEP.
Una vez que se revelen cuáles son las mejoras que requiere Fonabe, la Junta Directiva de esa institución será la responsable de convertir las sugerencias en decisiones.