Creyó que el enorme deseo por dormir a cada rato lo provocaba el intenso calor, hasta que un examen médico le reveló que se iba a convertir en mamá a los 41 años.
Xinia Díaz Morales hoy tiene 55 años, y su único hijo, Diego Alonso Díaz, cumplirá 14 este domingo. Ellos viven en Gravilias de Desamparados, San José.
“Sentí una alegría grandísima, solo dije: ‘¡Gracias, Dios mío! Esto, a pesar de que vivía con mis papás y no sabía cómo lo iban a tomar, porque son mayores, pero mi mamá se alegró mucho, porque me dijo que así yo no me iba a quedar sola”, contó Díaz.
Esta madre soltera calificó su embarazo como “precioso”, porque no tuvo achaques, mareos ni mucho menos vómitos.
La presión arterial de Díaz no varió durante su embarazo, y su cuerpo no ganó kilos adicionales a los aconsejados por el ginecólogo.
“El doctor se moría de la risa al decirle la edad que tenía; se asombró, tuve un embarazo tan lindo que él se maravillaba.
”A la hora de nacer el bebé fue por cesárea, porque el médico me dijo que no quería arriesgar que en ese momento se me subiera la presión por mi edad; además, Diego Alonso traía el cordoncito (umbilical) arrolladito”, aseguró Díaz.
Alivio. Pese a su edad y a ser su primer embarazo, el temor nunca estuvo en la mente de Díaz, quien es secretaria en la Unidad Pedagógica Sotero González, en San Juan de Dios de Desamparados, San José.
Eso sí, Díaz recordó que su mamá tuvo muchas inquietudes.
“Ella pensaba que iba a nacer con alguna enfermedad pero yo ni siquiera tuve sueños en que me imaginara al bebé diferente. Incluso, mi mamá le dijo a un familiar que apenas naciera la llamaran”.
Xinia Díaz asegura que su muchacho tiene un comportamiento muy bueno, e incluso lo califica de muy “casero”.
Sin embargo, reconoce que todos los días se recuerda a sí misma que tiene el gran reto de educar a un adolescente.
“Una madre joven tiene muchas ventajas, porque a mi edad es más cansado, pero la joven tiene menos tolerancia, y yo ya soy más madura, ya no son esas ganas de andar en la calle y el vacilón.
”Nos llevamos muy bien, hablamos mucho, él es un chiquillo muy tranquilo, no da problemas de conducta en el colegio, no es rebelde”, señaló Díaz.
Para mantener esa buena relación, esta mujer dialoga mucho con su hijo y, sobre todo, le da importancia a los problemas que él enfrenta.