Piques, madrugada del viernes 2 de marzo. Calle ancha, Pavas, bomba Delta, 300 oeste de Cemaco. Fotografa: Pablo Montiel/La Nacin (Pablo Montiel)
El fuerte ruido de los radios y de los aceleronazos se mezclan con el inconfundible olor a licor y drogas en las noches de ‘piques’.
Decenas de jóvenes se adueñan de las calles y de las aceras de varias zonas residencias y comerciales de San José sin importarles los inconvenientes que su invasión causa a los vecinos.
Muchos de los visitantes son espectadores que religiosamente llegan en la madrugada a observar las carreras clandestinas y generar alboroto.
En el residencial Hacienda Vieja, ubicado paralelo a la autopista Florencio del Castillo (entre San José y Cartago), ya están cansados de este problema.
“Se ve de todo: drogas, alcohol e incluso disparos”, mencionó una vecina del lugar que prefirió mantenerse en el anonimato para evitar represalias de los jóvenes que llegan a picar a su barrio.
La mujer se quejó de que los jóvenes no solo obstruyen las entradas de las casas, sino que también dejan basura y un fuerte olor a orines en las aceras.
Sostuvo que, aunque llaman varias veces a la Policía de Tránsito, no logran ahuyentarlos.
“Creo que en el 911 conocen mi número y ni me contestan. Es poco lo que hacen, vienen, se dan una vuelta y otra vez están ahí (los ‘picones’)”, aseveró.
Escenas similares se pueden apreciar en algunas zonas comerciales como, por ejemplo, en la gasolinera Delta de Pavas.
Allí, a altas horas de la noche, todos los espacios de estacionamiento son usados por dueños de vehículos modificados que llegan a ver los ‘piques’.