Como medida preventiva, la CCSS desalojó completamente el Hospital Monseñor Sanabria, en Puntarenas, mientras un equipo de ingenieros valora los daños que habrían sufrido sus ocho pisos.
El centro médico, inaugurado en 1974 y ubicado a 100 metros de la playa, fue el más afectado por el sismo, pues presenta grietas en las paredes, ventanas quebradas y un aparente deterioro en escaleras.
Alrededor de 35 pacientes fueron trasladados al edificio de Fisiatría, ubicado frente al Hospital, donde se habilitaron salas para partos, atención de urgencias, de shock y una unidad de atención pediátrica para neonatos.
Los pacientes en condición estable fueron egresados, mientras que a unas cinco personas graves se las trasladó a otros centros.
La gerente de Infraestructura de la Caja, Gabriela Murillo, aseguró que, desde ayer, cuatro equipos de ingenieros recorren el país para valorar las instalaciones. Se espera tener hoy un informe sobre el estado del hospital de Puntarenas.
“Estamos evaluando con mucho cuidado el Monseñor Sanabria. Según informes preliminares, el área de quirófanos está bien, pero estamos revisando con mucho cuidado las escaleras y los pisos superiores para ver si es posible habilitarlo al menos parcialmente”, dijo.
Indicó que el hospital solo presentaría daño estructural en una viga, pero el resto está bien, solo con daños en la fachada y paredes.
Indicó que el plan es ir reabriéndolo poco a poco.
La presidenta ejecutiva de la CCSS, Ileana Balmaceda, dijo que los pacientes con citas en el Monseñor Sanabria serán atendidos en otras localidades. “Todos los pacientes de consulta externa están siendo derivados a Orotina, Esparza, Barranca y San Rafael”, dijo.
También se suspendió la atención en el hospital de Nicoya, donde unos daños menores impidieron dar consulta ayer. Esta medida podría continuar vigente hoy.
Según Balmaceda, la institución realizó un censo en toda la red hospitalaria para determinar la capacidad de recepción de pacientes.
“Tenemos 108 camas en caso de que se requiera mayor ingreso de pacientes”, añadió.
Daños menores. Otros centros hospitalarios de la CCSS sufrieron daños menores en su infraestructura, incluyendo las áreas de salud de Hojancha y Nandayure.
En el Hospital San Vicente de Paúl, en Heredia, se reportó una ruptura de tuberías de agua, el cual se reparó ayer mismo.
En el Hospital de Grecia se detectó una grieta importante que ya fue valorada por ingenieros, y mañana se harán las reparaciones.
Según Murillo, aún es muy temprano para calcular el costo total de los daños en infraestructura, pero estimó que las reparaciones podrían costarle a la institución entre ¢500 millones y 1.000 millones. Colaboró Andrés Núñez.