Un muchacho a quien nunca le enseñaron a cruzar la calle, posiblemente se tirará a la vía sin fijarse a ambos lados.
Con ese mismo desconocimiento, miles de jóvenes se lanzan a las redes sociales, exponiéndose a atropellos virtuales: extorsiones, robos de identidad, invasiones de privacidad y acoso.
El problema se agudiza porque muchas de las víctimas –por ignorancia o ingenuidad–, dejan en espacios públicos información o imágenes que potenciales agresores pueden utilizar en su contra.
Este riesgo plantea a los padres el reto de aprender a usar las herramientas tecnológicas para transmitir a sus hijos estrategias que les permitan hacer un uso prudente, explicó Wálter Esquivel, de la Unidad de Iniciativas Tecnológicas de la Fundación Paniamor.
“Con las nuevas tecnologías, la continuidad generacional se rompe porque los referentes de conocimiento de los padres en nuevas tecnologías, aunque van creciendo, siguen siendo incipientes, mientras que los chicos son usuarios intensivos, competentes y lo saben”, explicó Esquivel.
Según el experto, la formación de los jóvenes no debería enfocarse en la prohibición, sino en el desarrollo de las destrezas necesarias para navegar Internet con seguridad.
“La prohibición no contribuye, limita, y lo que queremos es que la gente tenga la capacidad de definir qué le gusta, qué le sirve, qué quiere y qué no”, dijo.
Algunas entidades como el Ministerio de Educación Pública (MEP), el Patronato Nacional de la Infancia (PANI) y la Fundación Paniamor, han hecho esfuerzos para capacitar a los jóvenes; sin embargo, esto no sustituye la educación en sus hogares.
Los expertos aconsejan a los adultos sentarse junto a sus hijos para aprender a navegar juntos y valorar los riesgos que existen.
“Hay un cambio muy importante y, como adultos, no podemos mantener una actitud pasiva. Los padres tienen que involucrarse más, y eso implica más tiempo”, explicó el psiquiatra especialista en adolescentes, Marco Díaz.
El cyberbullying puede ocurrir, incluso, cuando se toman precauciones. Resulta, entonces, de vital importancia mantener la comunicación con los jóvenes para que denuncien el acoso en línea.
Muchos adolescentes se guardan la situación por verguenza o temor a meterse en problemas con sus papás.
¿Qué hacer? Si alguien cercano a usted está sufriendo acoso en línea, procure intervenir de inmediato para evitar que se agrave, dijo Mayra Campos, fiscala adjunta penal juvenil del Ministerio Público.
“Se debe ofrecer el apoyo y actuar ante las autoridades administrativas, educativas y, si se configura algún delito, denunciar en la Fiscalía Penal Juvenil más cercana”, aseguró Campos.
Las páginas o los perfiles de Facebook donde ocurre la situación pueden ser denunciadas y, eventualmente, cerradas.
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Videochat con Wálter Esquivel, de Paniamor, y Yuri Porras, experta en Nuevas Tecnologías de Microsoft en: www.nacion.com/