¿Qué razones encuentra para que muchas personas de Los Chiles no quieran recibir la vacuna contra la gripe AH1N1?
La gente está con pánico de morir debido a la creencia de que la última mujer que murió recibió la vacuna dos días antes de su fallecimiento, pero muchos no entienden que la vacuna no fue la que provocó su muerte, sino que lamentablemente ella acudió muy tarde al centro médico.
¿Eso ocurre a lo largo de todo el cantón?
No; en otras zonas, lo que las personas más bien piensan es que el problema solo está en el centro de Los Chiles, y creen que ellos no están en riesgo.
En el recorrido que usted hace por la zona norte, ¿qué fallos ha visto en las áreas de salud?
Sobre todo en la definición de los síntomas, que en algunas zonas han debido corregirse.
Lo que pasa en Los Chiles ¿lo han notado en otras regiones?
Por un asunto de cantidad de vacunas, se vacuna solo en los lugares donde ha habido un brote del virus; pero, contra lo que ocurre en Los Chiles, ahora todo el mundo quiere la vacuna.
¿Cómo manejan ese clamor?
Estamos levantando una lista de zonas que quieren la dosis, pero para hacer la gestión de compra de la dosis trivalente, que saldrá este año y que protegerá contra la gripe estacional, la AH1N1 y otros virus.
“En el caso específico de la Panenza, quizás puedan buscarse donaciones de otros países u organizaciones porque ya no vale la pena comprarla”.