Costa Rica gastará unos $2.300 millones en compras de combustibles durante este año.
Este gasto equivale a un 5,5% de la producción total de bienes y servicios (PIB) del 2012, calculado en $41.600 millones.
De acuerdo con las estimaciones hechas por la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope), este 2013 los ticos consumirán 19,3 millones de barriles ($121,24 costo promedio por barril).
Esa cifra representa un incremento del 7,2%: 1,3 millones de barriles más con respecto al consumo registrado el año anterior.
Durante el 2012, el país importó 18 millones de barriles de hidrocarburos para cerrar con una factura que costó $2.175 millones.
Según los registros de la Refinadora, el diésel fue el carburante de mayor demanda con 6,7 millones de barriles para un desembolso total de $882 millones.
Según el presidente de Recope, Jorge Villalobos, en el consumo de diésel tienen un peso importante las ventas al Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) para generación de energía.
Esa entidad reportó gastos por ¢78.775 millones ($154,4 millones) en compras de combustibles y lubricantes para producción eléctrica durante el 2012.
El diésel también es el de mayor uso para el transporte público (buses, taxis y tren) y de carga.
El segundo producto de mayor consumo fue la gasolina plus, utilizada mayormente por la flotilla de vehículos livianos.
Recope importó 3,3 millones de barriles de ese carburante, por los cuales pagó $405 millones.
Mientras las compras de gasolina súper ascendieron a 2,8 millones de barriles y $358 millones.
Más caros. Hoy día, el país compra la totalidad de los hidrocarburos que consume ya refinados, los cuales son más caros que el producto crudo.
Esto obedece a que la refinería, sita en Moín, Limón, está paralizada a la espera del proyecto de modernización y ampliación que Recope impulsa en asocio con China.
Según información de la propia Refinadora, el año anterior el precio por barril de petróleo de referencia conocido como WTI (por sus siglas en inglés) llegó a un máximo de $109,91 por barril el 3 de marzo, mientras el 28 de junio registró la citización mínima de $78,11 por unidad. En otras palabras, cayó $31,80 en un lapso de casi cuatro meses.
El segundo semestre se mantuvo relativamente estable, por debajo de los $90 por barril.
Por el contrario, en la gasolina, el precio más bajo se presentó en diciembre cuando se ubicó en $99 por barril, mientras el pico máximo diario fue en abril: $144,42. El promedio general al cierre de año superó los $107.
Respecto del diésel de ultrabajo contenido de azufre, el precio máximo se presentó en marzo ($140 por barril) y el mínimo en junio ($109,33). Cerró el año con un precio promedio de $124 el barril.
“Para este año, el sentimiento general es que la economía mundial seguirá recuperándose, no con la rapidez que se quisiera, pero las señales para los inversores es de crecimiento, por lo que se espera que los precios del crudo y sus derivados sean más altos”, pronosticó el Departamento de Operaciones Comerciales de Recope.