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Los problemas de derrumbes en la nueva carretera a Caldera se presentaron desde febrero, primer mes de funcionamiento. Los mayores problemas ocurren en el trayecto Ciudad Colón-Orotina. Archivo
El Consejo Nacional de Concesiones (CNC) autorizó la apertura de la nueva ruta a Caldera el 23 de enero pasado, “a pesar de que existían condiciones que afectaban el confort, la funcionalidad y la seguridad de la carretera”.
Esta es la principal conclusión de un nuevo informe de la Contraloría General de la República (CGR) sobre el tema, en el que vuelve a criticar la escasa fiscalización que se ejerció en este proyecto vial de 80 kilómetros.
Según el documento DFOE-OP-IF-13-2010, el Consejo “no ejerció un adecuado control” sobre las medidas que adoptó la constructora Autopistas del Sol para resolver los problemas de taludes que se presentan en el trayecto entre Ciudad Colón y Orotina.
Esta fiscalización debió ser previa a la apertura de la carretera para evitar accidentes entre los usuarios de la vía, añadió la CGR.
Edwin Rodríguez, secretario de Concesiones, defendió anoche la apertura de la obra y aseguró que estuvo sustentada en informes técnicos.
Esos informes fueron elaborados por una comisión en la que participaban Concesiones, el Ministerio de Obras Públicas, Ingeniería de Tránsito y Policía de Tránsito.
Un criterio muy similar exteriorizaron anoche representantes de Autopistas de Sol, por medio de un comunicado,
Según ellos, los diseños de la obra contaron con la aprobación del CNC. Asimismo, que desde la apertura de la vía buscan, por sus propios medios, hacerle mejoras.
Para la Contraloría, el Consejo no adoptó las recomendaciones que en este sentido había hecho la anterior empresa supervisora del proyecto (EuroEstudios-IMNSA), desde mayo del 2009.
El informe también detectó que Autopistas del Sol –concesionaria de la vía– no desarrolló varias obras que estaban en el contrato original. Entre ellas, cinco puentes peatonales y ocho bahías para autobuses.
En total, todas las obras que nunca se construyeron ascienden a $3,5 millones. Sin embargo, hasta la fecha, no se ha concretado cuáles obras sustitutas realizará la concesionaria, señala el informe del ente contralor.
Por último, el Área de Fiscalización de Servicios de Obras Públicas y Transportes de la CGR cuestionó la capacidad del Consejo de Concesiones para reaccionar en el momento ante las necesidades de la obra. Por ejemplo, que no tuvo a tiempo las expropiaciones necesarias para construir la salida entre la nueva carretera y una radial hacia Atenas de Alajuela.
Tampoco estuvieron a tiempo las expropiaciones para la radial pendiente de El Coyol, de apenas tres kilómetros y que estará lista hasta diciembre de este año.
La Contraloría no descarta que por estos hallazgos “proceda sentar responsabilidades” en el Consejo de Concesiones.
Al respecto, el secretario de Concesiones se declaró respetuoso de la Contraloría y dijo que acatará las disposiciones que lo obligan a mejorar la supervisión de la obra.
“Lo vamos a discutir en la próxima sesión de junta”, agregó.
