Los trabajos de reparación de l Ruta 1, sector El Empalme de San Ramón, avanzan. El problema de esta zona es que el agua brota desde el suelo y eso lo lava. El paso se rellenó con piedras, como se puede apreciar en algunas fotos. Ahora se está trabajando en un subdrenaje de 125 metros de longitud, también se ve en algunas fotos, en este momento llevan 75 metros, comentó Mario Chinchilla, Topógrafo de la Constructora Hernán Solís.
Cuadrillas del Conavi construyen drenajes y rellenan el hundimiento en el km 61, en Cambronero de San Ramón, Alajuela, con el fin de reabrir pronto el paso en la Interamericana Norte.
El “remiendo” se realiza en un tramo de aproximadamente 2 km, donde en el pasado el MOPT también ejecutó trabajos temporales.
Además, por la pérdida de terreno, el trazado de la vía se correrá 14 metros hacia la margen opuesta al hundimiento.
Las acciones son paliativas pues los expertos aseguran que no se ataca el problema real, que ocasiona los constantes desniveles en la carretera.
Al parecer, aguas subterráneas y fallas geológicas desestabilizan los terreros en la zona.
Marco Rojas, jefe de Conservación de Vías y Puentes del Consejo Nacional de Vialidad (Conavi), admitió que los trabajos son de carácter temporal.
Los daños en la calle se agravaron esta semana, luego de 12 días de lluvias constantes.
Ingenieros del Conavi permitieron ayer el paso de vehículos livianos por la mañana para probar los rellenos colocados.
En condiciones normales por ese trayecto pasa un promedio de 4.000 vehículos, 400 furgones y 130 autobuses diarios.
“Con lo que hemos hecho, se puede dar el paso. Y si no sirve, tendríamos que pensar en un puente”, aseguró, Rojas.
Ayer, dos dragas colocaban piedra de gavión en los drenajes y terminaban los rellenos para concluir el paso a dos carriles y permitir pronto el paso definitivo.
“La impresión que me deja es que toda la vida se hacen trabajos paliativos, que cuando se presenten lluvias fuertes, van a repetirse los problemas”, aseguró Mora.
El experto explicó que ese sector pertenece a los cerros del Aguacate, donde se presentan fracturas.
Según dijo, abundan las posibilidades de que existan fallas geológicas y aguas subterráneas en el trayecto de 2 km.
Marco Rojas, del Conavi, adelantó que paralelo a los trabajos temporales, se contratará una empresa para que haga un estudio geológico del lugar.
El objetivo es realizar perforaciones que permitan llegar hasta la base del suelo, donde se encuentran las aguas subterráneas.
“No sabemos a ciencia cierta qué pasa allí. Solo las perforaciones nos dirán la situación geológica real del lugar ”, añadió.
Sostuvo que una vez con los resultados de los estudios, se podría pensar en mejoras permanentes.
Rojas aseveró que las grandes cantidades de aguas que caen a la carretera son producto del mal manejo de los desagues en las propiedades privadas.
Esta situación, advirtió, escapa de las manos del Conavi.
Rolando Mora enfatizó que sin un buen manejo de las aguas y estudios geológicos previos, cualquier obra que realicen no tardará mucho en sufrir daños.